El periodista utiliza Twitter como herramienta para reivindicar los derechos de los excluidos
Miguel Ángel Rodríguez ocupa el puesto de responsable de Comunicación Externa de la Cruz Roja Española. Aunque antes que su profesión, se encuentra su labor solidaria, comprometida y humanitaria. Participa en la escena pública a través de su cuenta @Marodriguez1971 , con el objetivo principal de ser un altavoz de los refugiados y de las personas olvidadas por los sistemas. Mediante sus tuits diarios, se niega a que todos ellos sean silenciados.
Es la voz de los silenciados por numerosas atrocidades sociales o naturales. ¿Por qué decide dedicarse al periodismo de derechos humanos?
El periodismo, la comunicación y la buena información salvan vidas. Es de recibo aprovechar las facilidades que te da la comunicación orientándola a ese ejercicio de salvar vidas, porque de aquí parte la necesidad de orientar la información hacia los más excluidos, los marginados y los ninguneados, para tratar de apoyarles. También visibilizar su situación, informar de lo que está pasando y ofrecer vías de solución.
No son muchos los medios de comunicación que informan sobre las crisis de refugiados o lo que realmente sucede en el Mediterráneo. ¿Alguna vez ha tenido trabas con los medios a la hora de publicar un artículo?
No. También es cierto que no hay que generalizar. Ha habido una crisis económica muy potente en el sector de la comunicación, con esta excusa han perdido mucha calidad los medios de comunicación. Pero hay otros nuevos medios, muchos de ellos nativos digitales, y periodistas que al margen de la calidad de los medios están muy empeñados, a veces a coste de su dinero y seguridad, en visibilizar estas situaciones de exclusión como las que padecen las personas refugiadas. No se puede generalizar, pero si es cierto que los medios de comunicación convencionales se están enfocando a temas muy puntuales y no hay información de contexto. ¿Por qué y de dónde están escapando? ¿qué historias tienen? …. Esto es lo que falta, el contexto de la crisis de los refugiados.
Cruz Roja sirve como fuente de información a los medios ¿En alguna ocasión han distorsionado la realidad sobre la que han informado?
Aquí hay que diferenciar entre periodistas y medios de comunicación. En nuestro caso, no soy consciente de que hayan distorsionado la realidad. Es cierto que, a veces, el enfoque que ponen es un poco sesgado o limitado porque se ciñen a las últimas muertes en las costas o a temas morbosos. Lo que falta es más información global y holística de lo que está pasando. Esto sí que es necesario hacerlo.
Utiliza Twitter como herramienta para informar y reivindicar. ¿Qué respuestas recibe?
En general muy positivas. Es una maravilla que, a través del perfil de Twitter, que lo tengo muy dedicado a la temática de los derechos humanos, de refugiados y de situaciones de exclusión, hayan surgido tantas ONGs que se plantasen en el Mediterráneo y voluntarios que han pedido información para sumarse a causas. No somos conscientes de la potencia y de la necesidad del uso de las redes sociales en beneficio de las personas excluidas por los sistemas.
El Gobierno de España promete acoger a 17.337 refugiados y tan solo acoge a 1.724 un 10% de la cifra acordada. Un tercio de los refugiados que están en España los atiende la Cruz Roja. ¿Qué es lo primero que atienden cuándo les acogen?
Lo primero, cubrimos las necesidades humanitarias básicas. Cuando llegan solicitantes de asilo, refugiados, ya sea por vía marítima, por patera, avión o cualquier vía, testamos la situación de cada persona y familia. Vemos en qué les podemos ayudar. Luego se incardinan en el programa de ayuda para personas refugiadas solicitantes de asilo.
Tratamos de paliar o de cubrir todas sus necesidades para, finalmente, lograr la integración sociolaboral de estas personas en nuestra sociedad.
¿Durante cuánto tiempo pueden recibir la ayuda?
Durante dos años pueden ser beneficiarios de este tipo de ayudas. Aunque los programas son flexibles, hay unos mínimos en cuanto a estándares de calidad. No obstante, cuando se terminan los dos años, las personas refugiadas solicitantes de asilo, inmigrantes, pueden acceder a otros programas de ayuda de Cruz Roja Española.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos de a pie para mejorar su situación y adelantar su proceso de integración?
Lo primero es abrir los ojos, disponer de la información oportuna, ser consciente de lo que está pasando realmente. Ahora mismo las nuevas tecnologías y las redes sociales te brindan muchísima información y es una maravilla poder disponer de ellas para muchos campos de intervención. También es cierto que luego hay que aplicar las técnicas del periodismo de contrastar fuentes. Las redes sociales te exigen una mayor verificación de información, datos y fuentes.
Se puede ayudar primero informándose de lo que está pasando y luego hay muchas formas de colaborar. Puedes colaborar económicamente con causas, hacerte voluntario o voluntaria, puedes hacerte cooperante de Cruz Roja. Hay muchas posibilidades, pero todo pasa primero por captar la información adecuada.
¿Tiene la sensación de que la sociedad, los medios de comunicación y el Gobierno hacen oídos sordos?
No se puede generalizar. Hay medios de comunicación como la revista 5W y secciones como Planeta Futuro o Desalambre, de medios convencionales y nacionales que hacen una gran labor. También quiero destacar que hay muchos periodistas, muy buenos, que pese a las dificultades que se les ofrece están esforzándose para cubrir esas situaciones de vulnerabilidad.
Quedó finalista en los Premios de Periodismo Solidario 2017 por la Asociación Pro Derechos Humanos de España. ¿Este tipo de premios ayudan a visibilizar un periodismo que da voz a ciertos temas mudos?
Si, los premios, los galardones y los reconocimientos primero a nivel de motivación te ayudan. Y luego, efectivamente, pueden ser un escaparate para poner en la agenda algunas temáticas o situaciones. No es suficiente, pero yo lo agradezco.
¿Piensa que ahora mismo se puede vivir de ese periodismo?
Es muy complicado vivir ahora del periodismo social. Sobre todo, si después de plantarte en un país en conflicto te pagan 28€ con fotografía incluida. Hay una gran precarización del mercado laboral. Los que pueden vivir del periodismo volcado en crisis humanitarias son personas con mucha vocación porque no hay facilidades por parte de los medios.
¿Cree que la sociedad actual es poco empática y está insensibilizada en cuánto a las desigualdades? ¿Por qué?
No, yo creo que no. Existe el estigma, por ejemplo, de los jóvenes y de que la sociedad no se implica. Nosotros y nosotras aquí, en Cruz Roja, somos conscientes de la cantidad de gente que se quiere hacer voluntaria, que quiere colaborar en cuanto ponemos sobre la mesa una situación de desigualdad o de vulnerabilidad. Lo que pasa es que a veces no vende la gente solidaria. Venden más los temas morbosos. Pero hay mucha gente de todas las edades que quieren sumar. Otra cosa es que no se les ofrezca la información oportuna sobre como canalizar su solidaridad.
La sociedad española es muy solidaria y lo vemos en noticias internacionales. Cuando ocurren situaciones de impacto internacional el país más destacado en esa primera fase de ayuda humanitaria es España.