Desde las siete de la tarde del mismo lunes 25 de noviembre en el Palacio de la Prensa de Madrid, todas las butacas se iban ocupando por los fans del rapero, deseando verle en la gran pantalla de la sala. A las ocho de la tarde entraba Kase.O al unísono de los alaridos de los asistentes, quienes le recibieron con una ovación incesable.
El rapero no acostumbra a posicionarse delante de las cámaras, su pequeña revolución es no hacer videoclips “no le pongas putas imágenes a mi letra porque el mensaje está mascadísimo”. Pese a pensar que no se necesita ver su cara mientras escuchas las canciones, decidió producir un documental junto con su círculo al comenzar la gira. “Quería tener todos los conciertos grabados y todos los momentos íntimos. El verme en la grabación escribiendo, grabando o sin hacer nada aún me apesadumbra. Aunque se me ve feliz, en mi cabeza me recuerdo sufriendo”.
El documental está dividido en 15 capítulos que te acercan cada vez más al artista, y convirtió la sala en un mágico lugar de ilustre familiaridad. Se recrea el bloqueo poético de Kase.O y aparece el testimonio de su compañera Muna que ayuda a que el público empatice con todos los procesos que superó, “ver a Muna como vivió las canciones que le dedicaba es muy emotivo. La propia musa habla de lo que sentía en cada momento».
Los asistentes tuvieron tiempo para reírse, emocionarse, aplaudir y disfrutar con la presencia del mismo Kase.O entre las butacas. El ambiente confesaba una fidelidad y un amor por el artista que sirvió para celebrar el fin de esta experiencia.«El documental para lo es todo, estoy feliz porque esto ya no se me va a olvidar. Tengo mala memoria y esto se quedará para siempre”.