Actualmente existe un grave problema clínico debido a que muchos microorganismos han desarrollado mecanismos de resistencia a los antibióticos tradicionales.
En los últimos años, la resistencia a antimicrobianos ha crecido de forma preocupante y, de seguir así, podría suponer un serio problema a la hora de acabar con gran cantidad de enfermedades. El principal inconveniente es que el número de “nuevos antibióticos” es menor que el número de “nuevos microorganismos resistentes a antibióticos”, sumado al hecho de que los microorganismos se reproducen, y por lo tanto también evolucionan, mucho más rápidamente que nosotros.
A continuación, analizaremos las causas de esta resistencia:
- Automedicación: cuando una persona comienza a tomar café, como no está acostumbrada al consumo de cafeína, sus efectos son muy notables en el organismo. Sin embargo, cuando esa persona consume café con mucha frecuencia, su organismo se acostumbra a él y el efecto de la cafeína desaparece. Algo parecido les ocurre a los microorganismos con los medicamentos, si abusamos de ellos y los tomamos sin el control de un especialista, se acostumbran a ellos y dejan de hacer efecto.
- No terminar los tratamientos con antibióticos: a menudo cuando caemos enfermos y el médico nos receta antibióticos, abandonamos el tratamiento antes de lo debido. Esto hace que la población de microorganismos patógenos no se elimine por completo. Los microbios que resisten al tratamiento adquieren esta resistencia y la transmiten a sus descendientes, haciendo que, si esa enfermedad vuelve al sujeto, los antibióticos ya no sean efectivos en la misma dosis que la vez anterior.
- Tratamiento de infecciones víricas con antibióticos: los antibióticos son un tipo de medicamentos que actúan contra las infecciones bacterianas. Generalmente atacan a la pared bacteriana, la cual tiene una composición muy específica (formada por peptidoglicano mayoritariamente). Por otro lado, la pared de los virus es muy diferente a la de las proteínas, por lo que los antibióticos no les afectan. Sin embargo, al tomar estos antibióticos volvemos a generar la resistencia antes mencionada, haciendo que, en el caso de una infección bacteriana, los antibióticos no funcionen de nuevo.
Otro problema derivado de la resistencia a los antibióticos es la disminución de la seguridad de la antisepsia (prevención de la infección en tejidos vivos) en la cirugía y en la quimioterapia, puesto que es más difícil mantener estos ambientes en condiciones óptimas, lo que podría convertir operaciones y tratamientos que a priori no aparentan peligro en situaciones de alto riesgo.
La solución podría ser la misma que para cualquier otro caso en relación con la investigación científica, invertir en los grandes profesionales que hay en nuestro país en el campo de la ciencia para que se combata contra este peligro que nos concierne a todos.