Desde su fundación en febrero de 2004, Facebook ha sido la principal red social, inspiradora de cambios y revoluciones, conectora de la opinión de personas no solo de nuestra ciudad, sino de todo el mundo…y es precisamente en esa conexión donde se manifiesta uno de los principales problemas: la importancia de la opinión en nuestras publicaciones. Académicos y profesores llevan años denunciando este problema.
Muchas veces, utilizamos las redes sociales como un escaparate de nuestra vida en el que ponemos aquello que creemos que va a hacer que más personas se sumen a la “fiesta” que aparenta ser nuestra vida, como un molde en el que creamos una versión de la realidad en la que solo se ve lo que queremos que vean los demás. Unos crean una “vida feliz,” otros contratacan con críticas a los creadores de ese tipo de vida, pero también hacen la misma práctica. En esa otra realidad somos escritores, poetas, modistos, fotógrafos de producto, policías…somos lo que queremos ser. Seguimos a quien opina igual que nosotros, hacemos desaparecer de esa realidad a quien no queremos que esté en ella. Creamos una visión de la realidad, censurando la realidad.
En el Festival de Cannes de 2014, Shaun Highton presentó el cortometraje «What’s On Your Mind,» criticando este uso de Facebook:
Dejando a un lado las críticas a nuestro uso de las redes, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, parece no estar en contra de esto; es más: con la introducción de algoritmos, políticas de censura, la compra de aplicaciones que pudieran suponer una pérdida de usuarios para Facebook como Instagram o WhatsApp, parece motivarlo.
Instagram ha sido criticada por sus usuarios por sus políticas de censura. Desde 2016 (además de censurar desnudos), ha recibido varios cambios en sus algoritmos – los últimos a principios de 2018-. Entre los usuarios de Instagram, se especula con la práctica del «shadow banning» como medida para conseguir que los cambios del algoritmo sean “efectivos.” Consiste en disminuir la visibilidad si no se cumplen los requisitos del algoritmo, o bien se violan los límites del número de acciones diarias/hora permitidas en Instagram. Estos son los 5 algoritmos principales, según Amel Fernández (los dos últimos añadidos en 2018, pendientes de explicación):
- Edgerank
Establece la prioridad (orden de aparición) de las publicaciones que se muestran en el menú de inicio para cada usuario. Esta prioridad se determina por el uso que hacemos de la aplicación. Este algoritmo se calcula en base a las cuentas con contenido que nos gusta, cuentas con las que interactuamos por mensajes privados, cuentas que buscamos y cuentas de personas que conoces más allá de Instagram.
- Hashtag Search
Establece la prioridad de las publicaciones en las publicaciones destacadas al buscar un hashtag o presionar sobre él.
- Stories Relevance
Determina las stories que se nos muestran y su prioridad. Para esto considera los mismos requisitos que el algoritmo Edgerank, a lo que se añaden tiempo de visualización de las stories, número de visualizaciones y volumen de mensajes generados en ella.
- Hashtag follow
- Places
¿En qué se traducen estos cambios?:
Algoritmo
Al realizar una publicación, llega solamente al 10% de los seguidores. Si la publicación recibe feedback, llegará al resto de seguidores.
Engagement
Ahora, Instagram condiciona la visibilidad al uso que hacemos de la aplicación. Los usuarios que respondan antes a los comentarios y pongan más contenido en sus stories serán los que más visibilidad tengan. Si responden en menos de 60 minutos, verán su visibilidad reducida. Además, para detectar el uso de bots y pods, reduce la visibilidad de los comentarios de menos de cuatro palabras.
Hashtags
Instagram considerará spam aquellas publicaciones que tengan un gran número de hashtags. Según el portal The Pigeon Letters, es recomendable utilizar 5 hashtags. Para no “correr el riesgo” de ser considerados spam y ver la visibilidad reducida, se recomienda no utilizar los mismos hashtags de manera reiterada y no editar la publicación después de 24 horas desde su subida ni borrarla y volverla a publicar.
En este vídeo, Desiree Delgado explica las claves del nuevo algoritmo:
https://www.youtube.com/watch?v=SqflnVrKwkw&t=289s
Además de lo criticado anteriormente, Facebook parecía querer contribuir a la censura de la realidad cuando inició el proceso de prueba de “Explore Feed” en octubre de 2017, en seis países (Eslovaquia, Sri Lanka, Camboya, Bolivia, Guatemala y Serbia). En palabras de Adam Mosseri, líder del “News Feed” de Facebook, consistía en “crear una versión de Facebook con dos fuentes de noticias diferentes: una como un lugar dedicado a publicaciones de amigos y familiares, y otra como un lugar dedicado a las publicaciones de Páginas.”
Esta práctica conllevaba realizar una censura mayor de la realidad, llevando las noticias de los medios de comunicación a un segundo plano. “Recibimos comentarios acerca de que hicimos que sea más difícil acceder a información importante en los países de la prueba, y que no comunicamos con claridad la prueba,” explicaba Mosseri en el comunicado oficial.
A pesar de las prácticas realizadas por Instagram y Facebook, y del uso que hacemos de ellas como usuarios, debemos tener derecho a usarlas de la forma que consideremos, a ser informados “sin filtros.” Prohibiendo o restringiendo su uso, solo se consigue fomentar el desarrollo de mecanismos para eludir esas prohibiciones y restricciones, además de perder usuarios. Nuestro uso de las redes sociales debería ser ético, moral, honesto y responsable; pero, por encima de todo, no puede estar condicionado. Como en el resto de aspectos de nuestras vidas, es fundamental ser dueños de nuestros actos, de nuestra toma de decisiones y ser libres para llevarlos a cabo, sin hacer daño o delinquir. La libertad de expresión y el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz, deben primar.