Antes de su actuación del pasado día 4 en el Café Libertad, nos citamos con Carletti Porta, telonero de la última gira de Marlango. Con dos álbumes y un tercero en camino, Carletti se está abriendo paso por la escena musical española a ritmo de folk-rock. Hicimos un repaso a su carrera, hablamos sobre la sociedad, el estado de la industria musical y lo que está por venir.
P: Dos EPs a tus espaldas, con otro en camino y una gira con Marlango: ¿qué se te pasa por la cabeza al recordar el momento en el que decidiste dedicarte a la música por completo?
R: No recuerdo el momento en concreto, pero sí la primera vez que vi a Elvis: fue en un documental. Fue la primera vez que hice el mono con una guitarra, sin saber tocar todavía.
P: ¿Qué elementos consideras esenciales en tu carrera?
R: El apoyo de mi familia, de mi chica, y las ganas de vivir. Creo que son claves.
P: Además de por el origen, ¿cómo de importante es la relación con Honky Tonky Sánchez?
R: Es como si, en un cruce de caminos, te encuentras con alguien que te dice cuál de los cuatro caminos tienes que seguir. Él es esa persona.
P: Empezaste a compartir escenario con Marlango en 2017. A raíz de esta relación, te has puesto en manos de su compositor, Alejandro Pelayo: ¿notaremos cambios respecto a la evolución que hubo entre los dos EPs anteriores?
R: Sí. Como todo es aprender y caminar, el cambio se notará en que voy a ir más “crudo” que en los anteriores. La idea es que la canción camine muy desnuda, muy cruda.
P: Actualmente, los debates sobre la libertad de expresión, la democracia y la desigualdad, están a la orden del día: ¿crees que los artistas deberían de comprometerse con los temas de la sociedad? ¿podríamos ver esto en futuras canciones?
R: Solo por el hecho de dedicarse a la expresión, ya están comprometidos. Cualquier expresión artística es política. Cuando uno muestra sus emociones de la manera más sincera posible, ya se está comprometiendo a servir de ejemplo o de diana de algo.
P: ¿Esa función suele reservarse a los cantantes de autor? ¿con qué lo relacionas?
R: Siempre se compromete a los cantantes a que hablen de lo social. Solo el hecho de cantar de amor ya es algo social. Es algo que falta, decir a alguien que tienes cerca que lo quieres, o que algo te dolió. Ya es social.
Debería haber respeto, por parte de la sociedad, a que cada uno vote lo que le dé la gana. En cuanto sale un artista que vota a alguien de derechas, se le tiran al cuello. Si dice que vota al de izquierdas, también. Lo tenemos jodido en España para decir a qué partido votas.
P: Después de tu concierto del 4 de diciembre, ¿harás más parones en la gira con Marlango para tocar en solitario? ¿irás introduciendo nuevos temas?
R: Sí, la idea es combinar ambos. Cada concierto con Marlango equivale a 7 míos. Cada vez que me subo al escenario con Leonor Watling y Alejandro Pelayo, es como si diera 7 conciertos, como la vida de un perro. De experiencia, de bagaje. Alejandro me está ayudando a que se me vea más.
Ya voy tocando, sin miedo. Como tampoco soy conocido, las canciones que voy tocando lo hago para ver cómo respiran.
P: Para terminar, además del sueño de tocar con Bruce Springsteen… ¿con quién te gustaría tocar?
R: Con Bob Dylan (es una flipada). Con Martirio estaría “guay” y Rozalén.