En los últimos años se han generado innumerables protestas por parte de l@s refugiad@s siri@s en la zona fronteriza de Grecia y Turquía con el objetivo de poder acceder a Europa. ¿Por qué? Os lo contamos.
Antecedentes: Causas principales de las protestas
Siria es considerada como punto crucial del inicio de la civilización, pero a día de hoy, toda esa historia, al igual que sus ciudades, han quedado arrasadas por el bombardeo. Los constantes ataques bélicos en Siria han acabado con la vida de centenares de personas civiles e inocentes desde 2011.
Todo comenzó con los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas del país y la denominada oposición siria, que incluye varios grupos terroristas. Más tarde, esos enfrentamientos se transformaron en un conflicto internacional entre varios países, incluidas las dos mayores potencias nucleares, así como las potencias regionales. De hecho, países como EE.UU (a parte de grandes intereses occidentales) se encuentran muy presentes en esta guerra.
Esta situación ha provocado que miles de personas huyan de la guerra con el objetivo de mejorar su vida y encontrar un futuro próspero para su familia. No obstante, muchas de estas personas acaban muriendo en las costas y fronteras de Europa.
En todo este tiempo, se generaron innumerables protestas por parte de l@s refugiad@s siri@s en la zona fronteriza de Grecia y Turquía con el objetivo de poder acceder a Europa. La represión policial e incluso del ejército ha sido notable. Decenas de personas han sido violadas, encarceladas, deportadas e incluso asesinadas en este intento por cruzar de continente.
En la actualidad, estas protestas siguen estando latentes y cada día la tensión aumenta. La desesperación de l@s siri@s, está siendo reducida por gases lacrimógenos y balas por parte de Europa contra la llegada de l@s refugiad@s a sus tierras.
Según la organización Casa nostra casa vostra, a la frontera de Europa «acudieron más de 500.000 personas, demandando que se haga efectiva la acogida de personas refugiadas y que se realizaran cambios en las políticas de derecho a asilo«.
¿Quiénes son los protagonistas?
Por un lado, las personas inocentes que buscan refugio de la guerra. Todas ellas, no solamente víctimas de un conflicto armado, también de las víctimas de la represión de Europa y la extorsión de mafias que se alimentan de ello.
Muchas de estas personas refugiadas, acaban perdiendo la vida en este eterno viaje y son víctimas de un racismo estructural.
Por consiguiente, las fuerzas fronterizas de Europa, entre ellas, las de Grecia y Turquía, las cuales sirven como «muro de contención» en esta crisis, han jugado un gran papel en este problema migratorio.
Todo ello, alimentado por las grandes potencias occidentales bajo su perspectiva antimigratoria y xenófoba. Otros países de Oriente Medio como Líbano, Jordania o Kurdistán Iraní, también han dado asilo a estas personas en diferentes campamentos (aunque en condiciones lamentables) .
¿Qué sucede ahora mismo?
La solución al problema no aparece. La guerra no cesa y Europa sigue manteniéndose firme contra la llegada de estas personas refugiadas. Las constantes protestas y represiones policiales son diarias y la tasa de fallecid@s sigue aumentando. Según fuentes policiales helenas, esta semana ha fallecido un hombre sirio al recibir un balazo por las autoridades griegas.
No obstante, según otras fuentes locales, el número de personas refugiadas fallecidas, tanto en las costas como en las fronteras con Europa, duplican e incluso triplican dicho número.
Agotad@s de esperar ante la valla fronteriza, donde la policía griega carga con gas lacrimógeno contra quienes se acercan demasiado al límite, cientos de migrantes han decidido probar suerte en otros puntos fronterizos y se han dispersado a lo largo del río Evros, que marca la frontera.
Además, mientras que Turquía intenta dar vagamente soluciones, Grecia ha prohibido rotundamente dar asilo a personas migrantes y a facilitar la deportación de estas. La Unión Europea abala esta decisión sin dar una solución al problema. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asegura el apoyo total de la UE a Grecia para controlar la entrada de refugiados.