El pasado 29 de marzo saltó a la pantalla la serie Veneno, la última creación televisiva de Los Javis por Atresmedia Premium en donde relatan la trayectoria personal y profesional de la artista Cristina Ortíz, también conocida como La Veneno.
La serie ha recibido centenares de críticas positivas tanto de la prensa como de los espectadores y ha batido récords de audiencia. «Orgullo ‘trans’ en clave pop (…) La serie de Los Javis, repleta de buenas ideas, explora la nostalgia como un caramelo envenenado y apuesta por los márgenes desde una perspectiva integradora» apuntan desde El Periódico.
Y es que solamente hemos podido ver el primer capítulo ya que, por problemas de logística y montaje producidos por el coronavirus, tendremos que esperar más para seguir con la historia. Una serie de ocho capítulos y de una hora de duración que no dejará indiferente a nadie.
En este primer episodio, Los Javis juegan con dos tiempos concretos: 1996, año que fue descubierta La Veneno mientras se prostituía en el Parque del Oeste por el programa presentado por Pepe Navarro, Esta noche cruzamos el Misissippi, nombre que también da título a este capítulo y 2006 en València, donde Cristina se recuperó tras su salida de la cárcel.
Esta proyección, tal y como comentó los directos en una reciente entrevista, «ha marcado un antes y un después en nuestra carrera profesional«. No le quitamos razón. La calidad de la grabación es impresionante. Y no solamente por su guión, montaje, reparto e incluso vestuario y caracterización, sino por su mensaje.
Un discurso basado, no solamente en este personaje, sino en la superación y aceptación al igual que la reivindicación, con mucho respeto y dignidad, de los derechos de la comunidad trans.
En este capítulo veremos a una joven Veneno (Daniela Santiago) y a otra Veneno más madura (Isabel Torres). La interpretación de Jedet, otra de las actrices que interpreta a la primera época de la Veneno, todavía no aparece. Aun así, el reparto es exquisito: Esther Expósito, Lola Dueñas o Paca la Piraña (amiga real de la Veneno) nos enganchan desde el principio.
Todo ello, sin desmerecer al papel de una joven Valeria (Lola Rodríguez), una mujer y periodista trans en proceso de transición que, siendo fanática de la vedette, conoce a una Veneno adulta que le cambiará la vida. Tanto que acabará siendo su biógrafa oficial haciendo realidad uno de sus sueños: El libro de La Veneno, ¡Digo! Ni Puta ni Santa.
Esta serie es y será un altibajos de sentimientos: En tan sólo una hora, te hará reír pero también nos emocionará. Y es que la vida de Cristina nunca ha sido fácil. No solamente se ha tenido que enfrentar a un sinfín de situaciones complicadas por su identidad sino también a la propia transfobia de la televisión de la época.
Eso lo vemos en la serie con una delicadeza especial. No hay que olvidarse que la mayoría de las actrices del reparto son mujeres trans, un colectivo invisibilizado que sufre una tasa del 85% de desempleo y graves problemas relacionados con la exclusión social.
Una cruda realidad que, un día como hoy, 31 de marzo, no deberemos de olvidar que se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans y esta serie se ha convertido en un reflejo de la realidad y un grito de protesta de la que muchas personas trans se sentirán identificadas.