Aquel 11 de febrero de 2010 la industria de la moda se paralizó para, acto seguido, vestirse de luto. El diseñador de origen británico Lee Alexander McQueen se suicidaba a sus 40 años tras revolucionar la industria con una fusión en la que buscaba la plena funcionalidad artística de la moda. Su mítica rivalidad con John Galliano, su paso por Givenchy o la incorporación de la tecnología a sus desfiles son solo algunas de las pinceladas que dibujaron los 18 años de trayectoria profesional de este diseñador.
¿Cómo fueron los inicios de McQueen?
En 1985, McQueen dejó los estudios para comenzar a trabajar en una de las sastrerías más prestigiosas de Savile Row, Anderson & Sheppard. Allí aprendería las técnicas clave para la confección de la sastrería que, posteriormente, caracterizaría al diseñador.
Tras vivir en Milán y trabajar allí junto al diseñador Romeo Gigli, McQueen se matriculó en la Central Saint Martins, en cuyo desfile de graduación en 1992 mostró un anticipo de lo que sería la trayectoria profesional del diseñador: una colección inspirada en la figura de Jack el Destripador para la que se usó pelo humano. En el público se encontraba la legendaria Isabella Blow, editora de Vogue UK por aquel entonces y propulsora de la carrera del diseñador.
La rivalidad con John Galliano
Ambos diseñadores definieron la moda londinense en las décadas de los 90 y 2000. Sin embargo, el enfrentamiento entre ambos fue tan legendario que inspiró el libro de la periodista y escritora estadounidense Dana Thomas: Dioses y Reyes. Ascenso y caída de Alexander McQueen y John Galliano.
McQueen tomó las riendas de Givenchy cuando Galliano pasó de ser director creativo de dicha firma a ejercer de ello en Dior. Esto trajo consigo disputas entre ambos por conseguir presupuestos más elevados para los desfiles que el otro, así como la obsesión de McQueen con el vestido Seashell de Galliano o las continuas comparaciones entre los dos diseñadores por parte de los medios de comunicación.
Ambos diseñadores hicieron de sus desfiles auténticas superproducciones y obtenían la inspiración de los cuentos y la literatura. Pero mientras Galliano hacía alegoría al romanticismo, McQueen se decantaba por la novela gótica.
Los desfiles de McQueen
Si algo ha trascendido del legado de Alexander McQueen han sido sus desfiles. La tecnología comenzaba a cobrar importancia en el día a día de la sociedad del momento, y el diseñador inglés quiso introducirla en la industria de la moda. Los robots pintando en directo el vestido llevado por Shalom Harlow o el holograma de la modelo Kate Moss abriendo un desfile de la marca, fueron algunos de los hitos que definieron la trayectoria del diseñador, por no hablar de los efectos especiales como el fuego o la lluvia torrencial sobre las modelos desfilando.
Con ello, Lee Alexander McQueen redefinió la industria de la moda. Su competitividad con Galliano demostró los pocos límites que ambos diseñadores tenían. Además, personificó la presión a la que la industria de la moda de lujo sometió a sus diseñadores, haciendo que esta perdiese a un visionario que habría continuado revolucionando la moda durante décadas.
Fuentes: Vogue, Dioses y Reyes. Ascenso y caída de Alexander McQueen y John Galliano.