17 de abril de 2014: «Muere Gabriel García Márquez: genio de la literatura universal», titular de El País que anunciaba el punto final de la vida del creador del Realismo Mágico. Una vida que comenzó el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, donde estuvo diez años viviendo con sus abuelos paternos, entre historias sombrías y mágicas. Ya han pasado seis años desde la muerte del maestro Gabo, pero su vida y su obra sigue siendo histórica. Todo el mundo sabe que ganó un Premio Nobel de Literatura (en 1982) por Cien Años de Soledad, pero ¿sabías que era amigo de Fidel Castro y que fraternizó con Bill Clinton por temas del narcotráfico?
En Bogotá comenzó a entender la vida de una forma más existencial. Llegó allí en 1944, con la edad de 16 años. Cuatro años más tarde, el 9 de abril de 1948, sucede el llamado Bogotazo: asesinan al candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. Tras este acontecimiento, decide dejar la carrera de Derecho que estaba cursando y comenzar su aventura en el Periodismo.
El periodista Gabo
En aquellos tiempos, el periodismo colombiano estaba influenciado por las transformaciones globales y por la situación política, económica y cultural del país. Sufre una modernización, querían ser más democráticos y no seguir unos ideales. La inmediatez y la agilidad se convirtieron en premisas fundamentales.
Gabo, junto con su amigo escritor Plinio Apuleyo Mendoza, que se consideraban revolucionarios socialistas, comenzaron a trabajar en una nueva agencia denominada Prensa Latina. Su director, Masetti, decidió despedir a los comunistas que se reunían a escondidas, no porque discrepara con ellos, sino para evitar posibles problemas. Aunque consiguió el efecto contrario porque se acrecentaron.
Los comunistas se hicieron con el dominio de esta y Plinio, junto con Gabo, que en ese momento estaban en Prensa Latina Nueva York, renunciaron a la agencia debido a las complicadas relaciones que tenían con Cuba. A pesar de ello, Márquez estaba enamorado de la figura de Fidel Castro y utilizó su amistad con él para hacer el bien. Le convenció para liberar a personas inocentes, escritores y poetas, de la cárcel sin que afectase en la relación que mantenían ambos.
Sin embargo, la imagen que los colombianos tenían de él, cambió debido a su amistad con Fidel. Colombia que, desde el golpe de Estado del 73 de Pinochet en Chile, había volcado hacia la ultraderecha, como otros muchos países de América Latina, consideraba a García Márquez como un guerrillero.
La etapa más «radical» del escritor
Cuando el Che muere en el 67, los guerrilleros se instalan, se enquistan y fracasan. Esta época, donde moría mucha gente, se convirtió en la esta la etapa más radical del escritor. Y citando a Gabo: «Yo en realidad no tengo nada que ocultar, en mi vida no he disparado otra arma distinta que la máquina de escribir».
Yo en realidad no tengo nada que ocultar, en mi vida no he disparado otra arma distinta que la máquina de escribir
Gabriel García Márquez
La única lucha que apoyó Gabriel García Márquez fue la del M19. Un grupo de intelectuales que quiso suplir la guerrilla del campo con el lema «No más lucha armada, tenemos que hacer la paz». Aun así, Márquez procuró no pronunciarse porque no quería sumarse al coro de comentarios y que otras personas usasen sus palabras, tal y como aclara en unas imágenes de la película «Gabo: La creación de Gabriel García Márquez». (Disponible en Netflix)
Noticia de un secuestro
«De mis memorias: Guillermo Cano» fue un artículo que escribió Márquez tras el asesinato del periodista Guillermo Cano a manos de Pablo Escobar. No fue lo único que escribió haciendo referencia a la odisea del narcotraficante, Noticia de un secuestro, retrata las experiencias de un grupo de colombianos secuestrados por orden de Escobar. Un drama humano, basado en una historia real. El libro se lo mandó a Bill Clinton quien, tras leerlo comprendió mejor la situación. Juntos consiguieron que el bloqueo del narcotráfico llegase bastante lejos.
«Uno de los enfrentamientos que le obsesionaron en su vida como escritor fue el del hombre contra su destino», se dice en el documental. Y el destino de una vida contextualizada en lo leído anteriormente fue morir a los 87 en México DF. Un año después, en 2015 se estrena en su homenaje «Gabo: la magia de lo real», una investigación sobre la vida y obra de Gabriel García Márquez.
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