Por Isma Martín
Ayer tuvimos la oportunidad de poder ir a ver el musical de Pretty Woman, que celebró su actuación número 500 en Madrid.
Desde el primer momento cautiva al espectador con su escenografía muy lograda en la que se desarrolla toda la obra. Con una trama y diálogos muy fieles a la película, consiguen darle un toque original a través de nuevos personajes y toques cómicos.
Destaca principalmente la calidad de las voces de todo el elenco que inundaban el teatro (destacando las cuatro del elenco principal) y los bailes dinámicos que conseguían aprovechar todo el escenario.
Asimismo, la versatilidad de los actores, la música y la puesta en escena permiten transmitir emociones desde risa, a tristeza o amor en cada una de las escenas como si fuera en primer persona.
En definitiva, se trata de una gran obra totalmente recomendable para cualquier público, que te permite volver a revivir la película de los 90 y ponerte los pelos de punta a la vez que te ríes.
Foto de portada de SMedia.