Derrick Rose, el que fuera MVP de la NBA en el año 2011, ha sido absuelto del supuesto delito sexual en el que se vio envuelto el pasado año 2013.
Rose, que actualmente milita en los New York Knicks, acaba de ser absuelto de la demanda por violación interpuesta durante el pasado mes de marzo. Rose estaba involucrado en una violación junto a otros dos amigos suyos. La víctima, visiblemente afectada por la situación, demandaba 21,5 millones de dólares. Finalmente, apareció un testigo sorpresa que defendió a Rose y a sus compañeros alegando que «esta mujer solo pretende aprovecharse de la fama de Derrick Rose para conseguir sacar tajada. Ninguno de estos hombres ha violado a nadie, fue sexo con consentimiento». El testigo aportó pruebas que sirvieron al jurado para tomar su decisión final. Y, sinceramente, creo que no fue la acertada.
La estampa que dejaron los miembros del jurado fue desoladora. Cuando acabó el juicio, estos fueron a hacerse fotos con el base de los Knicks, que les atendió encantado y con una sonrisa. Mientras tanto, la mujer huyó del juzgado, visiblemente afectada según relataban los testigos. Algo no huele bien.
Hay que decir que Rose fue «desterrado» de su equipo hasta que se solucionara el caso. No ha estado exento de polémica, puesto que la detective que investigaba el caso (Nadinne Hernández) apareció muerta en Los Angeles. Había sido asesinada mediante un disparo en la cabeza. Sí, parece de guión cinematográfico. Todas las pruebas apuntaban en contra del base, se estaban realizando grandes avances en la investigación… Y un disparo unido a la aparición sorpresa de un testigo da la vuelta al caso. La superestrella vuelve a salir indemne y su equipo vuelve a acogerle con los brazos abiertos.
Un caso que nos recuerda sorprendentemente al de Kobe Bryant. La NBA parece la excusa perfecta para librarse de las penas carcelarias. Sin embargo, todo el mundo es inocente… Hasta que se demuestre lo contrario.