Con cada concierto Kiedis (vocalista), Klinghoffer (guitarrista), Smith (batería) y Flea (bajista) se reafirman como miembros indiscutibles del panorama del rock actual. Con sus más de cincuenta años (exceptuando a Klighoffer), cada miembro da todo lo posible de sí mismo en cada concierto, creando un espectáculo pocas veces visto en la actualidad.
Como en cada concierto de un grupo conocido, la cola que se forma alrededor del lugar del evento era bastante grande (algunos llevaban muchas horas esperando) aunque nada comparado con el total “llenazo” que se produjo horas después.
Sobre las siete y cuarto, la cola comenzó a moverse con fluidez y a los pocos minutos entramos en el Barclaycard Center, ahora Wizink (antiguo Palacio de los Deportes)*, ansiosos de ver a uno de los grupos favoritos de la juventud (y no tan juventud) actual.
Cada miembro da todo lo posible de sí mismo en cada concierto, creando un espectáculo pocas veces visto en la actualidad
Una hora y cuarto más tarde, comenzaron La Femme, los teloneros, un grupo francés que mantuvieron a la sala despierta durante cuarenta y cinco minutos.
Pasadas las nueve y media por fin el cuarteto se subió a un escenario madrileño (el último concierto fue hace más de cuatro años en el Rock in Rio Madrid) para presentar su último disco, The Getaway.
El comienzo fue característico de Red Hot Chili Peppers, es decir, grandioso y exuberante. Comenzaron con uno de sus mayores éxitos, Can’t Stop que puso a todo el estadio lleno hasta los topes en pie. Algunos de los mayores éxitos que sonaron fueron Californication, The Getaway…
Cuando parecía que el concierto había acabado y todos los miembros del grupo habían abandonado el escenario, Chad Smith volvió a subir y comenzó a animar al público hasta que subieron todos los miembros y finalizaron con el gran “Give it away”.
¿Cómo describiría el concierto?
Todos los miembros dan todo de sí mismos en el concierto y muestran un lenguaje juvenil para conectar con sus mayores admiradores.
Este magnífico grupo aunque ya sean mayores, representan totalmente a un gran colectivo joven de la sociedad y son uno de los grandes grupos de este siglo e incluso del pasado.
En definitiva, Red Hot Chili Peappers son un grupo “atemporal” que nunca pasará de moda. Siempre será un lujo poder observarlos en persona.