España es uno de los países europeos con las tasas universitarias más altas. se encuentra en el cuarto puesto detrás de Gran Bretaña, Holanda e Irlanda.
Dependiendo también de cada comunidad autónoma, las tasas universitarias públicas tienen un precio u otro. Cataluña se encuentra en el primer puesto, seguido por Madrid y en último puesto, Andalucía que tiene las tasas universitarias más bajas. Concluimos pues, que tampoco existe homogeneidad dentro del país.
Desde que se aprobó el Real Decreto de Racionalización del Gasto Educativo en 2012, hasta ahora las tasas de las universidades públicas no han parado de crecer. Y, en proporción, se ha recortado en becas, en personal, se han fusionado facultades y eliminado carreras.
La subida de tasas, por una parte, ha provocado que el número de aprobados aumente considerablemente y, por otra, que muchas personas no puedan costearse el precio de una matrícula universitaria.
En España el salario mínimo interprofesional de 2016 se encuentra en 655,20€/mes, es decir, 7862,4€/año. Y, de media, lo que tiene que pagar un universitario por un curso es de 1110€. Si las tasas universitarias continúan subiendo, la financiación becaria y los salarios disminuyendo ¿quién podrá acudir a la universidad? ¿recortando ilusiones y oportunidades es la única solución factible para conseguir beneficios sin ambición?