Ayer el PSOE recibió un golpe muy duro en su organización interna, ya que diecisiete miembros han dimitido para intentar que Sánchez haga lo mismo
Sobre las 17:30 Antonio Pradas (dirigente andaluz y hasta ayer secretario de Política Federal) comunicó la dimisión de diecisiete miembros (incluido él) del PSOE para protestar contra el secretario general del partido y forzar su dimisión. Entre los firmantes está Micaela Navarro (presidenta del PSOE), Ximo Puig (presidente autonómico de la Comunidad Valenciana) y Emiliano García Page (presidente autonómico de Castilla- La Mancha entre otros.
Desde hace unos meses ya se podían ver atisbos de como Pedro Sánchez se iba labrando enemigos en su partido, pero fue el día de ayer el que nos confirmó que pocas oportunidades le quedan como secretario general aunque dentro de la Ejecutiva dieciocho miembros siguen apoyando a Sánchez.
Recordemos también que hace unos días Pedro Sánchez propuso establecer primarias en su partido para el 23 de octubre y presentándose al cargo. “ El PSOE debe tener una sola voz, no como hasta ahora”… Lo que Sánchez era incapaz de imaginarse era todo lo que se le echaría encima tres días después.
Según los Estatutos, es necesaria una la dimisión de una mayoría para que la dirección del partido pase a manos de una gestora, aun así, ahora mismo existen numerosos debates, ya que no se sabe si contar con 35 o 38 miembros (recordemos que Pedro Zerolo murió unos años antes y José Ramón Gómez Besteiro y Javier Andreu ya habían dimitido).
Sobre las 20:00 horas del pasado miércoles, César Luena (secretario de organización del PSOE) anunció el descarte de que una gestora llevase el partido y también promulgó la creación de un Congreso Federal extraordinario que elijará una nueva Ejecutiva.
A estas alturas el futuro del Partido Socialista Obrero Español no está del todo claro, pero la dimisión de estos 17 miembros ha sido la gota que ha colmado el vaso, confirmándonos el futuro aún más indeciso de Pedro Sánchez.