El “Derby della Madonnina” tendrá lugar esta noche en San Siro a las 20:45, en un ambiente crispado por los malos resultados de ambos equipos. Los dos conjuntos llevan una racha idéntica en sus últimos tres partidos y encaran el encuentro de hoy bajo una igualdad máxima y un aluvión de críticas.
El Milan eliminó al Hellas Verona en octavos de final de forma contundente (3-0). Después de esa contienda, ha encadenado dos derrotas consecutivas en liga, en las cuales no ha podido anotar ningún gol, de visitante contra el propio Hellas Verona (3-0) y frente al Atalanta en casa (0-2). Parte de los problemas de este Milan radican en que Suso no encuentra la clarividencia de la temporada pasada, Bonucci no está teniendo el rendimiento esperado en el centro de la zaga y Cutrone, recién ascendido del filial, tiene la responsabilidad de anotar los goles de un equipo histórico. El equipo dirigido por Gennaro Gattuso ocupa la undécima posición en la tabla, pero ahora debe centrarse en la Coppa y solventar el partido a vida o muerte que les aguarda. Además, el entrenador “rossonero” deberá lidiar con las más que posibles bajas por lesión del “tanque croata” Nikola Kalinić y del guardameta Gianluigi Donnarumma.
El técnico ha declarado: «Es un derbi para ganar, es una final mundial y el resultado podría cambiar la dinámica de la temporada, por lo que es esencial hacerlo bien y alcanzar las semifinales.»
«Tenía la esperanza de que iba a necesitar menos tiempo para dejar a un lado el miedo y las críticas hacia el equipo, estaba convencido de que podíamos haberlo hecho mejor en estos partidos. Hemos entrado en una fase en la que pagamos caro todos nuestros errores y esto no nos ayuda. Pero, ¿qué mejor partido que un derbi para devolver el entusiasmo a nuestros aficionados?”
En el Inter, Icardi remataba a placer los centros que le llegaban por parte de Candreva y Perišić, Borja Valero conducía al equipo con elegancia desde la medular y los “nerazzurri” se situaban líderes con 40 puntos y una racha de 16 partidos sin perder, aunque sufrió más de lo esperado para alcanzar los cuartos de final de la Coppa Italia, eliminando al Pordenone de Serie C en la tanda de penaltis, pero todo lo bueno llega a su fin. Dos derrotas seguidas contra el Udinese (1-3) y el Sassuolo (1-0) le apean al tercer puesto de la tabla y le sitúan a cinco puntos del líder, el Nápoles. El conjunto de Spalletti espera conseguir una victoria en Coppa que les devuelva a la senda triunfal por la cual paseaban no hace mucho.
El técnico interista realizó las siguientes declaraciones: “Es un partido importantísimo, como todos los demás. El derbi te da y te quita mucho. Está claro que el trabajo no es la solución para todo, además de eso los jugadores también deben creer y tener fe. Estamos listos para jugar.”
Ante las notables bajas de los zagueros Miranda y D’Ambrosio, Spalletti declaró: “En la primera fase de la temporada había que dar a los jugadores la fuerza y la certeza de que todos son importantes, porque para llegar hasta el final, los necesitamos a todos. Ha habido lesiones y hemos tenido que hacer cambios para superar los contratiempos, pero todos están en condiciones y mantendrán la energía del equipo.”
Lejos quedaron los tiempos en los que Adriano, Recoba, Zanetti, Vieri, Shevchenko, Rui Costa o Kaká deleitaban a los espectadores y nos ofrecían partidos espectaculares y llenos de emoción.
Resulta imposible olvidar aquella semifinal de Champions League en la temporada 2002/2003, en la cual el Milan salió victorioso aprovechando el 0-0 del partido de ida y el 1-1 en la vuelta jugando de visitante; Shevchenko anotó el tanto que abrió la lata en la eliminatoria, pero el nigeriano Martins empató el encuentro a pocos minutos del final y el Inter asfixió de manera impasible al Milan hasta que el árbitro destrozó las esperanzas interistas pitando el desenlace del partido.
Dos años más tarde, en la temporada 2004/2005, se daría la revancha entre ambos equipos; esta vez el Milan encarriló la eliminatoria en la ida con goles de Stam y Shevchenko (2-0) y sentenció en la vuelta (0-1) en un partido marcado por el lanzamiento de bengalas al campo, con un solitario gol, nuevamente, del delantero ucraniano, quien es el máximo goleador en la historia de los derbis.
Para encontrar el último precedente de un Milan-Inter en la Coppa Italia, tenemos que remontarnos hasta la temporada 1999/2000. En ese año, todavía se jugaban eliminatorias de ida y vuelta; el Inter salió victorioso gracias a una victoria por 2-3 en la ida y un empate a uno en la vuelta, donde Roberto Baggio marcó el gol decisivo del encuentro.
A pesar de la mala época que atraviesan los equipos de la ciudad de Milan, la historia nos dice que los derbis nunca están exentos de pasión y emoción, tanto en las gradas como en el terreno de juego. Ojalá nos brinden una batalla grandiosa, que perdure en el recuerdo.