Desde la semana pasada, la Casa Blanca ha anunciado que no se opondrá a la ocupación turca en Kurdistán sirio y a su respectivo exterminio. Los ataques han provocado la muerte de centenares de civiles en estos últimos días.
El pasado 6 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó apoyar al presidente ultraderechista turco, Tayyip Erdogan, a invadir militarmente Rojava (población kurda situada en la zona norte de Siria). Una decisión que Erdogan lleva planeando durante mucho tiempo con el objetivo de ampliar territorios turcos en dicho estado.
Esto ha provocado un sinfín de protestas, tanto nacionales como internacionales, en defensa de los derechos de l@s Rojavas. Diferentes organizaciones como Naciones Unidas, han denunciado las constantes violaciones de DDHH que llevan sufriendo la población kurda durante décadas.
A día de hoy, se ha registrado miles de personas asesinadas durante las manifestaciones y protestas contra la ocupación turca en su territorio. Solamente en el mes de enero del 2018, el intento de ocupación de Turquía en Rojava, se llevó la vida de más de 2.000 personas. Una mínima parte de los millones de personas que han perdido su vida en estas últimas décadas.
Por consiguiente, la decisión de la Casa Blanca también ha suscitado miles de críticas al respecto ya que hace unos años, Trump decidió apoyar a Rojava para luchar contra el ISIS en la Coalición Internacional Contra Estado Islámico desde 2014. Un tratado que respaldó otros países europeos como Francia o Alemania, entre otros.
A día de hoy, se le reconoce al pueblo kurdo como el responsable de haber frenado el radicalismo del Estado Islámico y sus ataques terroristas. No obstante, la decisión de Trump ha cambiado radicalmente en su contra.
Kurdistán sirio o Rojava, cuenta con casi 5.000.000 de habitantes desde su último registro. A nivel internacional, la constitución del pueblo kurdo es considerada como una de las sociedades más equitativas e igualitarias de todo Oriente Medio. En su constitución defiende el feminismo y el ecologismo como pilares vitales de su cultura. Aún así, sigue sin ser reconocido como estado independiente por la mayoría de países internacionales.
Este domingo se han llevado a cabo diferentes protestas en algunas de las capitales de todo el mundo, entre ellas se encuentra Madrid, para defender los derechos de Rojava.