Desde diferentes organizaciones ecologistas como WWF apuntan que la destrucción masiva y consecutiva de nuestro ecosistema aumenta el riesgo de pandemias (como la actual del coronavirus) y el cambio climático.
Esta última organización destaca en su último informe titulado Pérdida de naturaleza y pandemias. Un planeta sano por la salud de la humanidad, que «la alteración del equilibrio de los sistemas naturales por destrucción directa del hábitat, pérdida de biodiversidad, tráfico de especies, intensificación agrícola y ganadera, sumado a los efectos amplificadores del cambio climático, aumentan notablemente el riesgo de aparición de enfermedades transmisibles al ser humano».
Por ello, aconsejan que para reducir el riesgo de estas consecuencias, se debe de frenar, solamente frenar la extinción de especies, sino también conservar los ecosistemas, reducir la huella ecológica, asumir que la salud de los humanos y el resto de animales depende de la salud del planeta y luchar contra el cambio climático.
WWF recalca que «el 70% de las enfermedades humanas tienen origen zoonótico, es decir, están producidas por microorganismos patógenos que se transmiten al hombre a través de una especie animal».
Según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, defiende que «igual que debemos invertir más y cuidar al máximo nuestro sistema de salud pública, debemos al mismo tiempo tomarnos en serio la protección de la naturaleza, que es nuestra mayor fuente de bienestar y la mejor defensa posible contra muchas posibles pandemias«.