Las playas de arena no son solo lugares paradisíacos de destinos remotos. Además de su importante valor socioeconómico y turístico para muchos países, estos ecosistemas, que ocupan el 30 % de la costa de todo el mundo y albergan al 44 % de la población mundial, representan mucho más en nuestros entornos.
“Las playas tienen un valor ecológico ya que acogen varias especies que no pueden vivir en otros ambientes. Al estar en primera línea también suponen una protección frente a inundaciones, tormentas marinas y ciclones”, cuenta a SINC Michalis Vousdoukas,del Joint Research Centre de la Comisión Europea en Ispra (Italia).
A pesar de su importancia ecológica, muchas playas, que se enfrentan a constantes cambios meteorológicos y antropogénicos, ya se están erosionando, una situación que se exacerbará con el cambio climático y el aumento del nivel del mar. Para predecir las tendencias futuras, Vousdoukas y su equipo analizaron las imágenes satelitales que muestran el cambio de la costa de 1984 a 2015.
Los resultados, publicados en la revista Nature Climate Change, revelan que la recesión costera por el aumento del nivel del mar y las tendencias climáticas actuales podrían provocar la casi extinción de la mitad de playas de arena del mundo para el año 2100. La erosión parece, además, intensificarse a la vez que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Casi la mitad de las playas de arena del mundo se perderá si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero. La mitigación permitiría prevenir el 22% de la retirada de la costa para 2050 y el 40 % a finales de siglo”, añade el experto, que ha contado con la colaboración de la Universidad de Cádiz y otros centros de Holanda y Portugal.
Australia, el país que más playas perderá
Gracias a la recopilación de 30 años de imágenes de satélite, los científicos pudieron determinar el cambio que sufrirá la costa en las próximas décadas en dos escenarios diferentes de emergencia climática: por factores geológicos y antropogénicos y por el aumento del nivel del mar.
Los investigadores concluyeron que estos ecosistemas están en riesgo de erosión severa. Hasta finales de siglo, “las playas seguirán erosionándose y algunas desaparecerán”, advierte Vousdoukas. En Asia occidental y oriental y en los pequeños países insulares del Caribe, se espera una retirada de la costa de hasta 300 metros a largo plazo.
Pero el riesgo de erosión será particularmente alto en los países donde se dan ambos escenarios climáticos como es el caso de la República Democrática del Congo, Gambia, Jersey, Surinam, Comoras, Palau, Benin, Guinea-Bissau, Mayotte (Francia), Iraq, Pakistán, Guinea y El Salvador.
Todos ellos podrían perder hasta el 80 % de su costa arenosa, lo que perjudicará sus frágiles economías que dependen del turismo, y donde las playas de arena constituyen el principal atractivo.
Cuando los investigadores analizaron la longitud total de playa que se podía perder, Australia fue el país más afectado con 12.324 km de costa en riesgo (en el mejor de los escenarios), lo que equivale al 40 % de toda la costa arenosa del país. Le seguirían Canadá (que perderá 9.577 km de playas), Chile (5.471 km), México (4.119 km), China (4.084 km), EE UU (3.908 km), Argentina (3.668 km) e Irán (3.654 km).
Como una importante proporción de playas de arena amenazadas se encuentra en áreas densamente pobladas, el equipo de investigación sugiere diseñar e implementar medidas de adaptación efectivas.