El término “droga” se acuñó en el siglo XX, comprendiendo así las connotaciones que hoy en día se le adhieren: prohibición, sustancias dañinas… por tanto no es un término científico sino que es “instituido a partir de evaluaciones morales o políticas”. Sin embargo, el autor y profesor de la Universidad de Polonia Lukasz Kamiensky nos revela y explica como éstas sustancias psicoactivas han formado parte de la historia de la humanidad desde sus inicios hasta hoy, desempeñando un papel que no puede pasar desapercibido en las guerras.
Su libro ‘Las drogas en la guerra’ publicado en Octubre 2017 es un viaje a través del tiempo, permitiéndonos conocer una nueva dimensión del ser humano, su comportamiento y sus necesidades (alteración de la realidad para sobrellevarla, llevar a cabo grandes esfuerzos, preservar la salud, hacer frente al dolor y sufrimiento…) A pesar de las muchas diferencias entre civilizaciones, todas ellas padecían similares necesidades, y el más significativo es y ha sido la presencia de conflictos bélicos. Por ello, el empleo de estas sustancias, parte fundamental de la farmacología, ha estado siempre presente en la cultura, no solo con fines medicinales, sino para ganar guerras.
Su estudio comienza con el uso que la Antigua Grecia hacía del opio como bebida del olvido – para prevenir los traumas generados por los horrores de la guerra – y su empleo también para potenciar las habilidades de los hombres, en la batalla, así como en los Juegos Olímpicos (dando lugar a los primeros dopajes de la historia del deporte), las civilizaciones nórdicas y euroasiáticas y su larga tradición de ingerir hongos mágicos “amanita muscaria” antes de las batallas, y el uso desde el año 6000 A.C. que los pueblos indígenas de América hacían de la hoja de coca y de las semillas de yopo fermentadas.
A medida que avanzamos en el tiempo, el libro nos revela la importancia de estos elementos en la farmacología, incluyendo el uso del alcohol, en la historia pre-moderna y moderna, no solo como un arma militar más, como es en el caso del ejército de Napoleón y su conquista de Egipto y Argelia, la Guerra de Crimea, la Conquista de América, la Guerra de Secesión estadounidense, la guerra Ruso-Japonesa… sino la relación inmediata que ha tenido este uso militar con su introducción en el ámbito civil. Además, Lukasz Kamisnky nos muestra también las guerras que fueron provocadas por el deseo de exprimir y expandir éste comercio, por parte de estados y otras organizaciones no estatales (dado los significativos ingresos que generaba), como fueron las Guerras del Opio y más recientemente el narcotráfico.
Sin embargo, el libro se centra sobre todo en los cambios de mentalidad de la sociedad durante los últimos 200 años respecto al uso de estos productos, en cómo aparecen las connotaciones que a día de hoy continúan arrastrando a estas sustancias, y la epidemia en que se convierten a medida que se van sintetizando estos productos naturales (en heroína, morfina, cocaína, anfetaminas (speed)), que culminan su uso a lo largo del siglo XX. Además, revela una variedad de personajes históricos – Otto von Bismarck, Hitler, Charles Baudelaire, Eugène de la Croix, J.F. Kennedy entre otros – y su adicción a estas drogas.
‘Las drogas en la guerra’ nos invita a replantearnos las bases de la relación humana y la necesidad de distorsionar la realidad, los motivos de la aparición (o imposición) de sus recientes connotaciones sociales, y en definitiva, un nuevo entendimiento de los acontecimientos de la historia que, aunque a simple vista no lo parezca, justifica y explica muchos de los hechos históricos que tantas veces hemos estudiado. Lukasz Kamisnky por tanto, nos invita a conocer uno de los factores que se habían omitido durante las últimas décadas.