Tras la comparecencia el pasado martes del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, la industria cultural ha convocado un apagón de 48 horas. Su objetivo es no estar presente para apreciar su trabajo. La protesta surge tras las palabras de Uribes, quien expresaba que «esta no es una crisis de la cultura, deporte o turismo».
La industria cultural reclama al Gobierno medidas específicas que ayuden al sector durante la crisis de Covid-19. Todas las cancelaciones del gremio están provocando un gran déficit económico y una pérdida laboral y profesional.
No obstante, el ministro de Cultura, comenzó su comparecencia agradeciendo todo el trabajo impulsado por este sector: «Nuestros museos, la Biblioteca Nacional, nuestros teatros están haciendo un esfuerzo diario por llevar la cultura a casa, y merecen un reconocimiento”.
La Unión de Actores y Actrices se ha unido a la iniciativa de «Apagón Cultural» en redes sociales para que el Gobierno y la sociedad noten su ausencia. La intermitencia de los contratos, provoca que no puedan sumarse a ningún plan de ayudas y agrava por completo su situación. La música también se ha visto afectada, y sabemos que varios artistas han tenido que retrasar sus lanzamientos.
La consideración del ministro fue clara: aseguró que «esta no es una crisis de cultura, deporte o turismo», lo que sirvió para justificar que «no hemos movilizado fondos específicos porque hemos movilizado fondos transversales». Aunque el Ministerio de Cultura, no descarta tomar medidas como otros países Europeos. «Es un sector muy golpeado por las consecuencias económicas y sociales derivadas de esta pandemia. Este sector vive del público».
La supervivencia del sector cultural depende de las medidas que tomen desde el Ministerio. Puede que la posición solidaria en la que se encuentra el gremio ahora mismo, desde donde ofrecen libros, conciertos, teatros, música, y más productos gratis, confunda su condición. La precariedad sigue existiendo y no temen luchas por lo que les sigue perteneciendo.
Ahora se enfrentan a la suspensión de más de 30.000 funciones y a la pérdida de más de 130 millones de euros. Por eso el sector cultural convoca un apagón durante este fin de semana.