Amor y comida protagonizan la nueva seria de Isabel Coixet. Se recrean en una utopía donde, valga la redundancia, parece absolutamente todo perfecto. Una perfección nominada a los Premios Feroz.
El planteamiento de las nuevas relaciones modernas, los diferentes dialectos y el posicionamiento del hombre y la mujer en una pareja comienza cuando los protagonistas se conocen a través de una app de foodies y quedan a tomar un café. A partir de este momento comienzan a compartir intimidad justificada por su pasión por la comida.
El espectador omnisciente conoce varios detalles que luego se relatan con muy buen sentido del humor donde se observa con ahínco los malentendidos y las simulaciones de la atracción, la rabia, la tristeza o la felicidad que esconden a duras penas.
La serie mantiene el lado más natural de Isabel Coixet que consigue canalizarlo dejando a los protagonistas comer platos verdaderos y exóticos para distraerse mientras se enamoran. Todos y cada uno de los encuentros que tienen, son para morderse el labio y saborear el último paluego que te queda entre los dientes.
No pasa nada si viendo la serie te apetece ir a un buen restaurante o a follar. Este es uno de los primeros mensajes y uno de los mejores consejos que pueda darte nadie jamás: a comer y a follar.