Situada solamente a media hora del corazón de Pamplona se encuentra situado el pequeño pueblo de Olite. Pese a sus solamente casi 4000 habitantes, la historia de este pueblo se remonta al siglo I con los romanos. Capital del reino de Navarra antes de los reyes católicos y considerado como foco político y económico de le edad media, hoy en día es un aclamo turístico para todos aquellos que quieran conocer una recogida y perdida belleza histórica.
Actualmente quedan vestigios de ruinas romanas por los alrededores de la ciudad, pero no será hasta el 621 cuando se recoja por escrito la primera existencia de la ciudad. Esta conseguirá su etapa de esplendor en la baja Edad Media durante el reinado de Carlos III y su mujer Leonor de Trastámara.
Pero, ¿por qué destaca este pequeño pueblo? Pese a todas sus maravillas lo más impresionante que vamos a ver en nuestra visita es su palacio fortaleza. Construido por Carlos III en el siglo XV hoy en día podemos ver una reconstrucción muy fiel a lo que fue entonces. Lamentablemente, durante la guerra de independencia española en 1813 prendieron fuego al castillo y este quedó en ruinas. Pese a eso, se hizo una reconstrucción muy fiel de lo que fue entonces.
La visita al palacio no saldrá cara, solo 3’5 € con visita guiada totalmente recomendable (llevar carné joven para que se haga descuento). Durante el recorrido podremos enterarnos de la historia del castillo y secretos que acontecían, así como visitar sus grandes aclamos como jardines colgantes que hoy en día siguen existiendo y altas torres de defensa.
Además, durante el recorrido se podrá pasear por las almenas y subir a las seis de las torres del complejo desde las cuales se consiguen unas vistas de la provincia de Navarra que en días despejados no tienen precio. Siempre quedarán una fotos impresionantes desde lo alto de la torre del homenaje o de la torre de los vientos a las cuales se puede acceder libremente una vez se tenga la entrada al complejo.
Pese al buen estado en el que se encuentra el complejo y la fiel réplica que se hizo, la mayoría de los jardines que rodeaban a la fortaleza se perdieron. El jardín de la reina, construido como capricho de esta, está construido colgando sobre una cúpula y se mantiene el pie hoy en día. Un pequeño rincón en el corazón del palacio que se lleva la mejor nota.
Como única conocedora de la historia y secretos del castillo está una viaja morera negra, vestigio de los antiguos jardines de
entonces, con más de 500 años de antigüedad. Situada en un pequeño rincón, casi escondida, se encuentra ella sobreviviendo a guerras incendios e incluso a un rayo. Declarado monumento natural, resulta de gran interés poder verlo
Pese a lo que más destaca de este pueblo es la fortaleza y es donde pasaremos las mayoría de la mañana, no hay que dejar de visitar el resto de lugares que nos ofrece: la Iglesia de Santa María de estilo románico que cuenta con un retablo de gran belleza en su interior y una facha
da en estilo gótico de las más importantes de navarra, así como un antiguo palacio, hoy en día convertido en parador. Ambos formaban parte antes del complejo del castillo durante el siglo XV.
Elegido como 1ª maravilla medieval de España según al revista medieval ,incluso por delante de la catedral de Santiago de Compostela y la Alhambra de Granada, se trata de una visita totalmente recomendable.