Paquita Salas, el personaje creado por los Javis es ya un icono de la televisión española. Paquita representa a una generación y personaliza el ansia del triunfo siempre frustrado y las ganas de reventarse, un constante en nuestra generación, los millenials. Ahí reside parte de su éxito, en lo fácil y rápido que todos nos podemos ver representados.
La tercera temporada, la mejor hasta el momento
Con la tercera temporada han conseguido reinventarse y dar una vuelta de tuerca al personaje magistralmente interpretado por Brays Efe, que al final de la segunda temporada había visto truncada toda su carrera como representante y había tenido que cerrar ‘PS management’. Era un final arriesgado, porque suponía romper con la trama que habían utilizado y habían visto que funcionaba, pero lo han bordado.
Ampliar el elenco de personajes y crear B-Fashion ha sido un acierto impresionante que, probablemente no se esperaban. Terelu Campos se merece una mención aparte. Por la construcción de su personaje, por la interpretación y por la presencia e importancia que ha conseguido ganarse en apenas dos episodios. Tanto es así, que por las redes ya solicitan un Spin-off protagonizado por ella.
Redescubrimiento de la relación Paquita-Magüi
Además, la separación y el redescubrimiento de la relación Paquita-Magüi es una oda a la amistad y a como, una persona se puede volver imprescindible en nuestro día a día. Ambos personajes son tan personales y están tan bien construidos y dibujados que te crean una sensación de calidez y proximidad, haciendo sentir al espectador que las conoce desde siempre.
No hay duda que con el nuevo PS llegan nuevas oportunidades, nuevas historias y nuevos personajes, que en conjunto consiguen emocionar y revolvernos por dentro.
Las dos representadas, con más protagonismo que nunca
El personaje de Belinda Washington ya es icónico y pasará a la historia de la serie como uno de los mejores cambios argumentales. Por un desliz provocado por Paquita, la presentadora sube un vídeo masturbándose a las redes. Pese a las críticas, se reinventa y, jugando con la situación, consigue hacerse cantante y viral gracias a ‘Cinco Lobitos’. Impresionante, ¿verdad?
Por otro lado, la bondad de Lydia San José y su apoyo incondicional a Paquita hace que siempre esté en los planes de la representante. Finalmente, con el último capítulo vemos esperanza para ella. ¿Logrará sus objetivos?
Anna Allen vuelve a escena para interpretar a un personaje basado en ella misma
La primera temporada de la serie incluyó el capítulo ‘Hasta Navarrete’, donde los creadores recordaban al Anna Allen, la actriz que se inventó parte de su carrera en Hollywood, repitiendo la historia esta vez de la mano de Claudia Trisac.
Anna Allen fue una actriz que hace cuatro años desapareció de la vida pública después de que los medios destaparan que se había inventado, Photoshop mediante, una carrera en Hollywood. Avergonzada, huyó y se borró todas las redes sociales, no dejándose ver hasta ahora, en el capítulo final de la serie.
Hasta Navarrete II es una expiación para Allen. Los Javis le han permitido explicarse mediante un monólogo a cámara que deja sin habla a cualquiera y en donde ella a su vez está interpretando al personaje basado en ella.
Exceso de cameos
Si alguna pega se le puede poner a esta nueva temporada es el uso excesivo de cameos dentro del universo de los Javis. En la temporada se pueden ver un sin fin de personalidades que van desfilando por la serie en apenas seis capítulos de escasa media hora cada uno.
Desde media generación de OT2018 (Marilia, Marta, Famous, María o Miki) hasta periodistas y actores como Aura Garrido o Úrsula Corberó aparecen en las tercera temporada. Ese exceso de cameos puede llegar incluso a marear y hace que, en ocasiones, el espectador se pierda en la búsqueda de otras personalidades y olvide la historia vehicular.
Pero, eso sí, he de decir que me ha parecido una auténtica joya el cameo que hacen Josh Hutcherson (Los Juegos del Hambre) y Claudia Traisac como nuevos profesores de Navarrete y como se embarcan en una historia de amor de la que ya son cómplices en la vida real. Y que la historia de Úrsula Corberó con Magüi (Belén Cuesta) es una maravilla.