Los mallorquines hicieron de la sala madrileña un hogar al ritmo del power pop de su nuevo proyecto, pero sin dejar en el olvido su pasado como “Casa Rusa”
20 años después de sus comienzos -15 desde el primer álbum con Casa Rusa-, Damián y Carlos Tejedor dieron el pistoletazo de salida con un silenciador en el primer disparo, saludando al público, preparando para lo que iba a ser la cita: disparos constantes con tiempos para recargar y referirse a lo anterior y a lo siguiente. Abrieron con “San Damián”, uno de los temas que están por venir.
A pesar del rasgueo constante, también hubo espacio para una petición de paz: Carlos y Damián hablaron de que, cuanto más lejos tocan, más tienen que englobar de dónde son (“si tocamos en Madrid, decimos que somos de Mallorca, si tocamos por Europa, decimos que somos de España”). Un paso previo para tocar en mallorquín.
Los amigos, la familia, y hasta gente de Los Secretos ayudaron a que el “empezar de cero” no pareciera tal, aunque también está la experiencia en la producción de Joe Dworniak (Jarabe de Palo, Kiko Veneno, Paul McCartney, Radio Futura). Pero, sobre todo, el mezclar las nuevas propuestas “Como de Repente”, “Hay Motivos Para una Revolución” y la colaboración con Shuarma de Elefantes, “Si Me Pudieras Ver”, con los clásicos de Casa Rusa. Precisamente, el momento destacado de la actuación fue cuando los asistentes, Carlos y Damián cantaron “Si Te Vas (No Vuelvas Más)”, al unísono.
Cerraron con los agradecimientos y un repaso a sus dos propuestas principales, “San Damián” y “Como de Repente”, con ese viejo juego del falso final entre medias. Una puesta a punto en una sala que se quedó pequeña.