El actor Willy Toledo se ha sentado este lunes en el banquillo, acusado de cometer un delito de odio contra los sentimientos religiosos, la libertad de conciencia y de obstrucción a la justicia, al negarse a comparecer ante el juez en su citación previa.
La Asociación de Abogados Cristianos presentó una denuncia en 2017 después de que Willy Toledo escribiera un mensaje en Facebook en el que apoyaba a tres mujeres a las que abrieron juicio oral por realizar la “procesión del coño insumiso”, una reproducción de plástico de una vagina (resultaron absueltas). El mensaje rezaba: “yo me cago en Dios, y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y la virginidad de la Virgen María. Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda. Viva el coño insumiso”.
A los meses, en la celebración de la fiesta del 12 de octubre, el actor escribió un segundo mensaje mostrando su rechazo, también incluido en la causa. Por estos hechos, la acusación pide 22 meses de multa, mientras que la Fiscalía solicita su absolución.
En el juicio, Willy Toledo ha declarado que los dos textos “tienen un contexto político”. Respecto al primero, el actor ha asegurado que “fue un alegato en defensa de la libertad de expresión” de sus “compañeras del coño insumiso”, mientras que el segundo era una crítica “al expolio y al genocidio de América”. Además, ha añadido que «no quería ofender ni a los católicos ni al monstruo del espagueti volador (en referencia al pastafarismo)».
El abogado defensor, Endika Zulieta, ha argumentado que las palabras del actor corresponden a las “antiguas blasfemias” y que le “suenan muy mal, pero eso no es delito”.
La opinión de la Fiscalía ha variado desde que comenzó la causa contra Toledo. Entonces, se sumó a la acusación. El Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid abrió diligencias y le llamó a declarar, pero se negó a acudir a la cita como un acto de “desobediencia civil”. El magistrado ordenó su detención y fue procesado en septiembre de 2017. Ante los hechos, Willy Toledo declaró que “es vergonzoso que haya todavía cinco artículos en el Código Penal relativos a los sentimientos religiosos”.
Después del procesamiento de Willy Toledo, la Fiscalía de Madrid envió un escrito al juez instructor para ampliar los mensajes de la investigación. En él incluía dos publicaciones en las que Toledo criticaba la Semana Santa.
Pero la Fiscalía de Madrid cambió de criterio después de saber que la Fiscalía General del Estado preparaba una circular para limitar las acusaciones por el tipo de delitos como de los que se acusaba al actor. Pidió el archivo de la causa y señaló que el contenido de los mensajes de Willy Toledo “puede ser considerado de dudoso gusto, desabrido y, sin duda, irrespetuoso con los sentimientos de los que profesan la religión católica, pero no puede mantenerse que constituyan un delito”.
Toledo ha afirmado que va a “seguir diciendo” todo lo que le “salga de las orejas” y ha tachado de “aberración” la medida planteada por el PSOE de incluir el delito de apología del franquismo en la reforma del Código Penal: “todos tenemos derecho a expresarnos libremente. Y una cosa es decir ‘Viva Franco’ y otra ir a matar rojos, pues delinquen los actos, no las palabras”, criticó el actor.
Willy Toledo estuvo acompañado de César Strawberry, vocalista de ‘Def con Dos’, condenado a un año de cárcel por enaltecimiento al terrorismo; el sindicalista y exdiputado de Podemos Diego Cañamero; y el exdiputado de Izquierda Unida y presidente de la Asociación Marcos Ana, Willy Meyer.