Tras los resultados obtenidos en las elecciones generales anticipadas de Austria el pasado 15 de Octubre y las elecciones legislativas de la República Checa celebradas hoy 21 de Octubre, la victoria de la derecha y ultra derecha vuelven a presentar una discrepancia con la política actual de la Unión Europea.
La coalición entre el Partido Popular ÖVP, liderado por el ahora canciller más joven de Europa Sebastian Kurz (31 años), y el Partido de la Libertad de Austria FPÖ, ha otorgado un nuevo panorama de cambio a Austria. Ambos partidos han presentado programas muy similares en las áreas de inmigración y seguridad, con posturas también próximas a las de la victoria de la Alianza de Ciudadanos Descontentos en la República Checa, liderado por el empresario y euroescéptico Andrej Babis.
«Sólo si Europa habla con una sola voz y pone en común sus fuerzas podrá hacerse valer como actor internacional»[1]
Helmut Kohl, estadista Alemán ya fallecido, insistía en el adelanto que supondría para las naciones de Europa la construcción de un camino conjunto a través de la UE en el nuevo panorama internacional. Sin embargo, la discrepancia con ciertas políticas entre sus miembros amenaza con la desintegración de la UE. Tras un año de inquietantes acontecimientos en Europa y a nivel internacional comenzando por el terrorismo, el BREXIT, y el desafío del auge nacionalista que se dio a comienzos del 2017, se le suman ahora Austria y la República Checa.
¿Cómo hacer frente a ésta creciente polarización de posiciones? ¿Qué cambios debe abordar la Unión Europea para conseguir el apoyo de todos sus miembros?
Dos preguntas cuyas respuestas serán decisivas para determinar el futuro inminente de nuestro continente.
[1] Helmut Kohl, Conferencia en Oxford 1992