No hay humano más seguro que el que camina pisando sus propias huellas. El empezar nuevos estudios, proyectos y demás significados del cero de la frase «empezar de cero», supone encontrarse con nosotros mismos en versiones distintas. Ese «yo» que hasta ser ceros conocíamos en el comienzo de lo nuevo puede pasar a ser mejor o peor de lo que recordábamos. La vida tiene instrucciones para objetos, no para situaciones; Por tanto, cada situación tiene un margen obligado de diferencia para cada persona. A medida que avances en lo desconocido irás acostumbrándote a ese «yo» que puede haber manifestado características del pasado, pero que los hechos acontecidos han cambiado por medio de finales o inicios de amistades, relaciones amorosas, brillantes o nefastos momentos, etc.
En situaciones desconocidas recomiendo prestar atención a las chorradas que pasan a ser preguntas trampa:
-¡En ese cuadro hay una paloma en el cuello de la túnica de Jesucristo!
-¿Qué hay de especial en ese cuadro? (Preguntará en algún momento el profesor o profesora)
Recomiendo también escuchar antes de hablar (para no ser Ralph Wiggum) y no sólo seguir el modelo o forma de actuar de quien se diga que hace bien su trabajo, sino además mejorar su fórmula ya sea adaptándola o aumentándola. Con esto último me refiero no a ser el doble del pelota o del empollón, me refiero a fijarse en los detalles que han llevado a los demás a esa conclusión: la rutina, los gestos….Se trata de aprender de los demás sin seguirlo todo al pie de la letra. No podemos seguir a rajatabla la rutina de un deportista y pensar que eso nos va a llevar al éxito, porque el éxito bebe de los momentos clave, debemos añadir a su rutina más esfuerzo, ejercicios diferentes…Esto es a lo que me refiero con adaptar o aumentar la fórmula.
Los nuevos comienzos pueden ser una oportunidad de llegar a vivir como nunca pensabas o mantenerse, pero nunca deben ser cambios drásticos. Mejoramos a base de diez errores por cada acierto (con suerte), así que para comenzar con buen pie, debemos quedarnos con lo que se valore de nuestra persona y no tratar de seguir con lo de siempre. No muestres algo que no has sido sin querer ser quien eres, pues acabarás siendo quien has mostrado que eras y no quien realmente eres.