Un desconocido vertido de petróleo ha afectado a la segunda bahía más grande del mundo, en Brasil, y otras costas, acabando con la vida de centenares de animales autóctonos.
Desde hace unas semanas, se han localizado una serie de vertidos de petróleo, por ahora desconocidos por las autoridades, en varias de las costas más turísticas de Brasil. Este ataque medioambiental, ha llegado a afectar a la segunda bahía más grande del mundo (también localizada en el mismo país sudamericano). Entre las zonas costeras más afectadas, el cabo de Santo Agostinho, en Pernambuco (Brasil), ha sido una de las más dañadas. Una zona natural que, anteriormente, gozaba de gran naturaleza y turismo en sus tierras.
Más de 500 toneladas de crudo, en más de 200 playas brasileñas a 2.5000 kms de la costa noreste de Brasil, han sido localizadas durante estos últimos días de recogida. Con la muerte de centenares de animales, entre ellos aves y fauna marina, ha hecho que este hecho sea considerado como uno de las mayores catástrofes medioambientales en Brasil.
El actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha afirmado que estos vertidos pueden proceder de unos yacimientos petrolíferos que se llevaron a cabo el pasado 6 de noviembre por el Gobierno, con el objetivo de recaudar entorno a 23.000 millones de euros. Un hecho que, a día de hoy, sigue provocando un notable daño al país.