Resulta que un agente de la Policía Nacional, destinado en una ciudad andaluza, se dedicaba en su tiempo libre a participar como actor, junto a su novia, en espectáculos de contenido de adultos, pero nunca solicitó permiso al Ministerio del Interior.
Bueno, aunque si lo hubiera hecho, no se lo hubieran dado, ¿eh? Y es que la Justicia de Madrid ha confirmado la sanción a este agente por trabajar de ambas cosas, dada la «incompatibilidad» de los trabajos.
Le ha caído una suspensión de funciones de seis meses por una falta muy grave y parece que todo comenzó cuando alguien reconoció al policía en sus redes sociales, en las que se promocionaba como actor de este tipo de contenido, tanto para «hacer vídeos como espectáculos en directo». También subía contenido y en algunos fotogramas, era “perfectamente reconocible”.
Después de que le abrieran un expediente sancionador, el hombre dijo que no era para ganar dinero, sino como hobby en pareja y aseguró que sus derechos de imagen estaban cedidos a una productora que era la que ingresaba los pagos y que nunca se identificaba como Policía Nacional.
El fallo del juez también le recuerda que siguió ejerciendo esta actividad después de haberlo dejado con su pareja, que se presenta en redes como «porno star» y afirma que sus publicaciones «menoscaban el prestigio» de la Policía.