El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, están investigando qué variables meteorológicas pueden ser consideradas de interés al analizar la incidencia y propagación de la enfermedad COVID-19 y del virus SARS-CoV-2 en España. Los resultados preliminares afirman que existe una correlación: a menor temperatura promedio, mayor incidencia de la propagación.
Estos resultados preliminares, según el Ministerio de Ciencia e Innovación, se basan en la comparación del “índice de incidencia acumulado en los últimos 14 días definido como número de contagios nuevos diarios por cada 100.000 habitantes con la temperatura promedio correspondiente al mismo período por Comunidad Autónoma indican la existencia de una correlación negativa entre ambos”. Esto se traduce a que cuanto más frío haga, más contagios por coronavirus.
Estos estudios no difieren de otros estudios internacionales, donde también se han encontrado indicios de que, a menor temperatura, mayor propagación del virus.
Por otro lado, varias investigaciones han demostrado que la humedad y las temperaturas altas reducen la transmisión y propagación del coronavirus, por lo que se espera que la llegada de la primavera reduzca la transmisión del COVID-19.
Según la nota de prensa del Ministerio, esta colaboración tiene el objetivo final de desarrollar un sistema de vigilancia epidemiológica a nivel estatal basado en la alerta temprana y en la monitorización de dichos factores ambientales.