La existencia de vehículos que son capaces de conducir sin la ayuda de un conductor ya es bien conocida por todo el mundo, pero como algo futurista y lejano, ¿o no tanto?
Sin ir más lejos y como era de esperar, Estados Unidos está siendo pionero en el tema, y no sólo por Google (del cual todos conocíamos sus avances), si no también fabricantes muy importantes como General Motors, Fiat Chrysler y Ford están preparándose para la llegada de coches autónomos, en principio para la ciudad cuna de la industria automovilística, Michigan. Dichas compañías están impulsando iniciativas que autoricen la venta y circulación de dichos vehículos en calidad de “pruebas”.
Por otra parte y como era de esperar, las marcas asiáticas no se iban a quedar atrás en este mundo, ya que aparte de destacar la fabricación de vehículos, deslumbran en calidad de software integrado en sus vehículos, de modo que se pusieran con ello. Las marcas principales involucradas son Toyota y Nissan.
Ahora bien, todos estos avances pueden ser muy innovadores pero ¿y si ocurriera algún accidente? No hace falta responder porque ya ha ocurrido:
Tesla, marca líder en Estados Unidos especializada en vehículos solares, se lanzó a fabricar un vehículo con piloto automático (es decir, autónomo), y tras muchos kilómetros de pruebas tanto en circuito como en carretera pública, pero hubo un día en el que la suerte no estuvo de su lado. El vehículo recibió un impacto procedente de un remolque, y puesto que la altura del remolque era mayor que la esperada, el Tesla Model S (nombre del susodicho) recibió el golpe de forma directa, sin opción a reaccionar virando o frenando. Esto provocó un accidente fatal que acabó con la vida del integrante.
Ahora la preocupación ya no está en la muerte de esa persona (que también), sino en quién toma responsabilidad en este hecho, ya que podríamos pensar que la culpa es de la empresa Tesla, pero ¿qué hay del equipo de informáticos que desarrollaron el software implantado en el vehículo?, ¿no deberían de tomar cierta responsabilidad en el asunto? O ¿qué hay del usuario del otro vehículo cuyo remolque chocó contra el Model S?, ¿no debería haber tenido más cuidado? He aquí el principal problema de esta nueva tecnología, que aún no se puede actuar con exactitud frente a un accidente o suceso similar, ya que aún nada está regulado…
Pero ¿quién decide sobre quién tiene la culpa o no en estos casos? ¿Qué pensáis vosotros?
He aquí lo que piensa Moritaka Yoshida, director ejecutivo de Toyota: “Esta tecnología avanzada de asistencia a la conducción evita los errores humanos, reduce el estrés al volante y ayuda a los conductores a prevenir los accidentes, lo que tendrá un gran potencial a la hora de reducir el número de muertos en las carreteras”.
Para más información acerca del accidente la propia Tesla Motors ha publicado en su página una entrada sobre dicho accidente.