«La alta costura está hecha para las emociones. No es para caminar, es para soñar» afirmaba Pierpaolo Piccioli, actual director creativo de Valentino, tras presentar su colección de alta costura otoño/invierno 2020-2021.
Y es que el nerviosismo por los desfiles de esta índole es más que latente en la industria, especialmente cuando en sus celebraciones convergen diversos acontecimientos que poco a poco construyen la historia contemporánea de la moda: el segundo retorno de la alta costura a la casa de Balenciaga de la mano de Demna junto a grandes celebridades desfilando, Olivier Rousteing diseñando la colección de Jean Paul Gaultier manteniendo así un legado que se consideraba insuperable tras Glenn Martens en la pasada Semana de la Alta Costura o Valentino acaparando la Plaza de España en Roma inundándola de numerosos vestidos de ensueño.
¿Qué ocurrió en el desfile de Balenciaga?
La espectacularidad y repercusión social a la que nos tiene acostumbrados Demna desde que lleva las riendas de la casa de Balenciaga no podía quedar al margen en un desfile de alta costura. El diseñador georgiano trajo el año pasado de vuelta la alta costura a Balenciaga, la cual se encontraba en stand-by desde la retirada del fundador, Cristóbal Balenciaga.
En esta colección se volvió a mostrar cómo Demna consigue fundir las siluetas y líneas clásicas de Cristóbal junto a sus códigos futuristas en los que acerca la moda de lujo a la calle y, en especial, a los más jóvenes. Es por ello por lo que en esta colección predominaron las referencias al origen de la marca: los vestidos voluptuosos con una arquitectura y unos volúmenes por los cuales Cristóbal se hizo conocido en la industria. A ello se le suma la presencia de tejidos futuristas como el neopreno, cascos negros que cubrían los rostros de algunos modelos y la existencia de denim en un desfile de alta costura.
Sin embargo, el eco que obtuvo este desfile no fue únicamente gracias a las prendas de la colección, sino a quiénes las llevaban: por los salones de la firma desfilaron desde supermodelos de la industria como Naomi Campbell o Bella Hadid, a celebridades de la talla de Dua Lipa, Nicole Kidman y Kim Kardashian, las cuales hicieron arder las redes sociales.
¿Cómo fue la ejecución de la esperada colaboración para Jean Paul Gaultier?
La colaboración del mítico diseñador Jean Paul Gaultier con Glenn Martens (actual director creativo de Y/Project y Diesel) parecía constituirse como una colección insuperable. Sin embargo, el llamado «niño prodigio» de la moda, Olivier Rousteing (director creativo de Balmain) consiguió demostrar cómo ha llegado tan joven a la posición actual que posee en la industria: interpretó los códigos clásicos de la moda creada por Gaultier y los aproximó al presente, fusionando así a ese niño prodigio con L’enfant terrible que fue, y es, Jean Paul.
Sin embargo, posiblemente uno de los factores más llamativos de la colección fue la reinterpretación que hizo del mítico frasco de perfume de Jean Paul Gaultier que simula el torso desnudo de una persona. Dicho frasco se encontraba presente tanto cumpliendo la función del tacón de un zapato como componiendo en sí un rígido vestido llevado por la modelo número 15 del desfile. Con ello hizo que todo el mundo, independientemente de si te gusta la moda o no, pudiese reconocer algo tan mítico y conocido como es dicho frasco de colonia.
¿Por qué la colección de Valentino ha sido otra de las más aclamadas?
La belleza y la emotividad a la que nos lleva Pierpaolo Piccioli en sus desfiles es ya más que una tradición. El diseñador de origen romano ha conseguido con el paso de los años crear un lenguaje y códigos propios en los que belleza e intimidad se funden en las presentaciones de la marca.
Tras mostrar el pasado enero una colección basada en la inclusividad mediante el estudio de la silueta corporal con la colección Anatomy of Couture, Piccioli vuelve ahora a los orígenes de la firma haciendo un repaso de la esencia de la marca. «Esta es una colección profundamente personal, porque se trata de la historia de Valentino«, afirmaba el diseñador en una rueda de prensa previa al desfile, tal y como lo refleja Vogue.
El hecho de utilizar la famosa y monumental Plaza de España en la capital italiana poseía un significado más, aparte de fusionar la magnitud de dicho escenario con la de la alta costura: el primer taller de la marca al ser fundada por Valentino Garavani en 1960 se encontraba en Via Gregoriana, una estrecha calle que se encuentra en la parte superior de dicha plaza, justo desde donde salían lxs modelos.
¿Qué trataba de transmitir Piccioli en este desfile?
Tras llevar 23 años al frente de la maison, Piccioli afirmó que pretendía «comprender cuánto de mí hay en el Valentino de hoy y cuánto de Valentino hay en mi identidad». El diseñador volvió a impresionar a la industria con su liderazgo en ciertos aspectos.
En primer lugar, decidió desmarcarse de los límites de la Semana de la Alta Costura celebrada en París y, en su lugar, escoger fecha y escenario propios para mantener esa vuelta a los orígenes. En segundo lugar, mantuvo su lucha por la diversidad de la forma más bella posible: «Ser asertivo al crear belleza no es escapismo, sino la única forma de combatir el conservadurismo. Y dar un escenario a personas que para mí son consideradas periféricas es un deber«, sentenció Piccioli.
Fuentes: Vogue, Vogue Runway