Un 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín y, por consiguiente un importante símbolo de la guerra fría. Os explicamos qué significó el muro de Berlín y por qué sigue siendo conmemorado hoy en día.
¿Os imagináis que un día, tras una interminable guerra perdida, os despertáseis y un gran muro de hormigón dividiese vuestro país en cuatro? Eso fue justo lo que les pasó a los alemanes tras la Segunda Guerra Mundial.
Tras la capitulación del país germano en la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue ocupada militarmente por los bloques aliados, que poco tardaron en enzarzarse entre ellos en la conocida como Guerra Fría.
La principal zona de confrontación entre las dos superpotencias vencedoras (Estados Unidos y la URSS) fue precisamente Alemania. Primero las relaciones se tensaron y comenzaron a bloquearse, pero conforme iba pasando el tiempo, la relación entre ambos bloques se precipitó hasta lo que conocemos como la construcción de ‘El Muro de Berlín’.
¿Por qué se construyó?
El también llamado como muro de la vergüenza, se construyó después de que la RDA (República Democrática Alemana), que vivía un periodo de crisis económica, noTtara como casi 3 millones de personas migraban hacia la Alemania Oriental (formada por la parte estadounidense, francesa y británica.
¿Cuándo?
La noche del 12 de agosto de 1961, la RDA decidió levantar un muro provisional, cerrando 69 puntos de control y a la mañana siguiente se conlocó una alambrada provisional de 155 kilómetros que separó las dos partes de la capital.
Durante los días siguientes, comenzó la construcción del muro y las casas que estaban en medio de la línea, fueron desalojadas.
Intentos de escape
Fueron muchos los intentos de escape y traspaso del muro durante los primeros años. Por ello, empezaron a ampliar el muro, que acabó convirtiéndose en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura y con una superficie semiférica para que nadie se pudiera agarrar.
No obstante, se contabilizaron los intentos de unas 5.000 personas, que trataron de cruzar el muro. Además, unas 100 personas murieron en el intento, la última de ellas el 5 de febrero de 1989.
La franja de la muerte
Para proteger el muro, lo rodearon de la conocida como “franja de la muerte”, formada por un foso y una alambrada. Además, instauraron unos sistemas de alarma y torres de vigilancia 24 horas.
Caída del muro
Finalmente el muro cayó en noviembre del 89, en parte por las multitudinarias manifestaciones en Alexanderplatz que precipitaron que el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Así, el 9 de noviembre de 1989, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro.