Un tira y afloja entre el Gobierno de Ayuso y el encabezado por Pedro Sánchez. Así podríamos definir la compleja situación en la que el Gobierno madrileño y el español se han visto envueltos en los últimos días.
Ante el alarmante aumento de los casos de coronavirus, la Comunidad de Madrid decidió restringir la movilidad en 37 zonas sanitarias, que posteriormente aumentó a 45.
Sin embargo, esas medidas para muchos expertos y para el Gobierno español parecen ser escasas y poco eficaces a la hora de frenar la transmisión del virus.
Tras pactar Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso celebrar un Comité Covid-19 para abordar de forma conjunta la segunda ola, el ministro de Sanidad, Salvador Illa advirtió en varias ocasiones de la necesidad de endurecer las medidas en Madrid, pero el Gobierno de la capital no aceptó esas recomendaciones.
El martes, en una nueva reunión del Comité, parecía que se había llegado a un principio de acuerdo entre ambos gobiernos. Se proponía que para los municipios por encima de los 100.000 habitantes se estableciese un criterio homogéneo para aplicar restricciones tanto en la autonomía como en el resto de España.
Restricciones acordadas
Las restricciones en los municipios o regiones con más de 500 casos por cada 100.000 habitantes, que presentasen una tasa de positividad superior al 10% en los últimos 14 días y que además tuviesen una ocupación de camas UCI superior al 35%.
Estas medidas, que han indignado a muchas comunidades por ser un acuerdo «bilateral» entre Madrid y Gobierno y que afecta a todos, han vuelto ahora a ser rechazadas por Ayuso.
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad ha publicado una orden en el BOE que obliga a hacer «efectivas» las restricciones de movilidad, que obliga al Gobierno autonómico de Madrid a aplicarlas y restringir las salidas y entradas a la ciudad de Madrid y otros nueve municipios madrileños que cumplen los criterios fijados, aunque Madrid ha vuelto a afirmar que no las cumplirá.