Mèxico ha despertado estos días con rabia, furia y dolor. El asesinato de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años asesinada presuntamente por su pareja, el pasado 9 de febrero avivó la llama. La crueldad con la que el asesino confeso, 21 años mayor que la joven, la asesinó, la arrancó la piel y trató de deshacerse de sus restos, indignó al país, que se echó a las calles para exigir justicia y el fin de los feminicidios.
El posterior asesinato de Fátima Aldrighetti , una niña de tan solo 7 años a la que secuestraron en la puerta del colegio, torturaron y asesinaron, aún sin conocer los motivos, ha vuelto a sacar a las feministas a la calle
Muchos comentaban que la posible causa del asesinato era el robo de sus órganos, pero la Fiscal General de la Ciudad de México, Enrnestina Godoy, ha negado que el móvil del asesinato fuese el robo de órganos.
10 feminicidios diarios
Según el último estudio del Instituto nacional de estadística mexicano, publicados el día contra la violencia de la mujer, el 66.1% (30.7 millones) de las mujeres mexicanas se ha enfrentado alguna vez en su vida a algún tipo de violencia y el 43.9% de ellas se ha enfrentado agresiones del marido o pareja actual o la última a lo largo de su relación.
Estos datos alarman, pero alarma aún más la cifra de feminicidios. En 2018 se registraron 3.752 muertes por homicidio de mujeres, la cifra más alta en los últimos 20 años que equivale a 10 feminicidios al día.
Desde fuera no podemos contar con exactitud y veracidad el enfado por estos terribles asesinatos, por lo que recurrimos, una vez más, a nuestra compañera Karla Solís, feminista y residente en Aguas Calientes.
¡Justicia para Fátima!
Hablar del caso de Fátima, es hablar de temas que tocan las fibras más sensibles de un país que encabeza la lista de los más inseguros del mundo. El caso de Fátima habla de los dos sectores más vulnerables en el mundo; las mujeres y l@s niñ@s.
El asesinato de Fátima también nos habla de una crisis de derechos humanos, de violencia de género y de un vacío institucional.
La muerte de Fátima y el contexto en el que vivió durante toda su vida, reflejan la situación en la que viven miles de niños en México: la pobreza extrema, la vulnerabilidad que esto significa, y estar rodeados de violencia durante su niñez.
Así como: la falta de sensibilidad hacia el tema y la falta de capacitación institucional, son una de las tantas cosas que se hablan cuando se intenta indagar sobre el asesinato de Fátima.
Este caso habla de la dimensión de la violencia y de la vulnerabilidad en México y nos recuerda una vez más la violencia extrema que se vive en este país.
- 11.000 niños y niñas están desaparecidos en México.3.6% de los homicidios diarios son niñas, niños y adolescentes y se producen siete desapariciones diarias. 2720 desapariciones en el último año.
- 10% de los feminicidios son niñas y adolescentes.
Son cifras que nos recuerdan los niveles más bajos que como humanidad estamos experimentando. Como mexicana, como mujer y como la niña que algún día fui, no perdono, no tolero, y no dejaré de gritar los nombres de las miles que fueron asesinadas y arrebatadas de su libertad.