Semanas después de la celebración del evento de moda más importante del año, la Met Gala sigue generando comentarios y críticas al respecto, especialmente en torno al vestido que llevó Kim Kardashian. La celebritie del clan Kardashian vistió uno de los vestidos más emblemáticos de la historia: aquel que llevó Marilyn Monroe cuando cantó cumpleaños feliz al presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en 1962. Las críticas han girado en torno al hecho de sacar una pieza, considerada como patrimonio de la moda, así como a que fue el vestido que llevó Marilyn Monroe en su última gran aparición pública y fue diseñado y confeccionado a su medida y no a la de Kim.
¿Por qué hay problemas con sacar una pieza de museo?
Esta acción ha sido duramente criticada por el propio ICOM (International Council of Museums) el cual ha afirmado, tal y como reflejan desde Fashion United, que «las prendas históricas no deben ser usadas por nadie, ni por figuras públicas ni privadas». El motivo por el que critican esta actitud desde la organización es debido a que, aunque se haga de manera ocasional y puntual, se puede generar un daño irreparable a la pieza. No se trata únicamente del precio del vestido en sí, considerado como el vestido más caro de la historia al venderse en subasta en 2016 por más de cinco millones de dólares, sino porque conforma el patrimonio de la historia de la moda mundial y, especialmente, estadounidense.
«Para cuidar bien una pieza se debe manipular lo menos posible, nadie debe lavarla ni limpiarla, excepto un conservador capacitado» sentencian desde ICOM. Asimismo, la exposición de la prenda a unos niveles de luz, humedad y temperatura que no sean los adecuados puede perjudicar el estado de conservación, así como la iluminación y los flashes fotográficos también puede dañarla.
«Hay muchos problemas con la preservación del vestido y cosas como el oxígeno que pueden dañarlo. Usualmente, estos outfits son guardados en ambientes muy controlados y lo vemos en el Met. El Instituto de Vestuario es muy cuidadoso en cómo manejan estas piezas históricas. Entonces, fue un poco alarmante que ella pudiera usarlo. Personalmente me hubiera gustado que usara una réplica en lugar de la verdadera», afirmó la presentadora de televisión Alicia Malone, como lo muestra la revista Hola.
¿Qué opina el diseñador del vestido acerca de la actitud de Kim Kardashian?
El vestido que llevó Marilyn Monroe en 1962 fue bocetado por Bob Mackie (California, 1940) cuando trabajaba como asistente para el diseñador Jean Louis (París, 1907), el cual falleció en 1997. Por tanto, Mackie no ha dudado en pronunciarse al respecto: «Pensé que fue un gran error. [Marilyn] era una diosa. Una diosa loca, pero una diosa. Era simplemente fabulosa. […] Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser visto en ese vestido«, confesó a Entertainment Weekly, tal y como lo confirma Hola.
El vestido fue diseñado a la medida de Marilyn Monroe, de ahí que la propia Kim Kardashian tuviese que adelgazar siete kilos en tres semanas para poder entrar en él, lo cual ya generó ciertos debates en cuanto a la romantización de las dietas express y provocó que la celebritie tuviese que llevarlo sin subir la cremallera de la parte trasera. Asimismo, la ilusión o fantasía del vestido era que Marilyn Monroe pareciese estar desnuda y cubierta de diamantes, por lo que la tela nude era de un tono muy similar al de su piel, nada que ver con el tono moreno de Kim Kardashian.
Finalmente, este riesgo innecesario que se corrió al sacar una pieza de alto valor histórico de un museo y exponerlo a tales peligros ha desembocado en numerosas quejas al respecto y en ciertas medidas para evitar que una situación así se vuelva a repetir. El ICOM ha prohibido permanentemente ceder prendas de valor histórico a celebrities, tal y como afirman desde Elle. Con ello se pretende que las prendas consideradas como patrimonio de la historia de la moda sigan perdurando en unas condiciones favorables para uso y disfrute de todxs.
Fuentes: Fashion United, Hola, Elle