Eladio y Los Seres Queridos celebra su decimoquinto aniversario con el lanzamiento de su sexto álbum, «Academia». Los de Vigo cuentan con varios premios en su palmarés, como el Premio Martín Códax da Música Galega Mellor Grupo Indie/Popen 2013 y 2018 y el MIN de la Música Independiente 2017 a Mejor álbum en gallego por «Cantares«. Conversamos con Eladio (vocalista) y Óscar Durán (bajista) sobre el nuevo álbum y sus influencias.
¿Cómo os definiríais en una frase?
(E) Lo define muy bien la canción: “le cantamos a la vida y al amor en la medida de la media”. Muchas veces la gente dice «sois un grupo raro: lleváis muchos años ya-quince-, no os habéis disuelto, tampoco habéis fracasado… estáis en tierra de nadie». Una vieja joven promesa. Una periodista dijo una vez que hacemos canciones para estadios, pero como si fueran para minorías.
¿Y a vuestra música?
(E) Popera. (O) Lo hablábamos hoy. Hay que poner etiquetas, pero, si hiciéramos trap, sería facilísimo, igual que con rap diríamos que hacemos rap. Ahora, por ejemplo, estamos en una categoría -porque nos dieron un premio- que se llama indie-pop. No nos referencian mucho en las típicas revistas indies. Y tenemos un público mayor. Hay como una media, pero hay una base mayor. (E) Somos de una generación que, cuando yo empecé, todavía coleteaba La Movida y esas cosas. Las etiquetas son útiles y necesarias.
¿Cuáles diríais que son vuestras influencias? Por mi parte, he de decir que os relacionaría con Los Secretos, Cat Stevens y Al Stewart.
(O) Cat Stevens, qué guay. (E) Los Secretos sí que es cierto que nos lo han dicho, sobre todo por nuestra última canción. Está bien ese rollo popero, un poco acústico, medios tiempos… mucha gente dice que tenemos un estilo folk, también un toque de música tradicional. Me dijeron en La 2 que teníamos un bombo tradicional gallego. La verdad es que busco que el bombo suene como en una orquesta tradicional gallega. La cosa más común y que escuchamos todos los del grupo, viene de los parecidos con los “supergrandes clásicos”: los Beatles y demás. (O) Hombre, los Beatles es como La Biblia.
Vuestro nuevo disco, “Academia”, comparte nombre con uno de los vinos de Ponte da Boga: ¿en qué consiste vuestra colaboración con la bodega?
(O) La bodega desde hace 3 años tiene un proyecto de mecenazgo, que empezó con Vega. Salió bien, igual que el año pasado con Budiño. Se ve que el proyecto está dando buenos resultados y bueno, nos lo comentaron. Es un mecenazgo real, ayudándonos en la promoción del disco. No hay ningún tipo de restricción y ya confiaban en nuestra trayectoria.
Aunque tuvimos en cuenta lo del vino para poner nombre al disco. (E) Veneno habría quedado bien (risas).
¿Las nuevas canciones varían mucho entre sí?
(E) Sí. La idea era que el disco tuviera canciones muy variadas. Tienen que parecer todas diferentes, antiguas, modernas… que no dé la sensación de haberlas hecho en 1 mes.
¿cuánto se alejan de lo que habéis hecho hasta ahora?
Estábamos muy instaurados en el “low cost”. Es más largo y ambicioso que los anteriores.
Desde que comenzasteis a pensar en este “Academia”, ¿cómo ha sido el proceso hasta terminarlo?
(O) Hay un punto importante: llevábamos muchos años sin parar de tocar. En este se nota que hay como un “parón”. Hubo más tranquilidad. (E) Realmente, el concierto no cambió mucho durante los últimos diez años: seguía siendo como que cada canción era la misma. (O) Intentas hacer cambios, pero, al final, estás muy acomodado. (E) Pensamos que ya era hora de cambiar, incluso hay un ritmo de reggae, que yo pensé que jamás haríamos.
¿Hay algún tema que os haya costado más cerrar?
(O) Sí. “Opciones” debe tener muchas versiones. (E) El batería se empeñó mucho. Necesitábamos canciones que no fueran tan “medios tiempos”. Muchas veces dejas una canción porque no es que la abandones, sino que paras o te vuelves loco. Entonces, la dejas para el siguiente disco. También me costó un montón “Eva”, le di mil vueltas, me tiré con ella casi un mes y medio dándole vueltas, por la implicación personal que tenía.
¿Cuál destacaríais por su letra y cuál por temas técnicos?
(E) Hay temas que te quedas por cómo suenan técnicamente, como “Jerusalén”. Era la primera vez que grababa violines en casa. Por la letra, “Señores Disfrazados”, porque me auto revelé.
Hace dos años colaborasteis con Pablo Lesuit para versionar “Ella”: ¿cómo disteis pie a esa colaboración?
(E) Nos conocimos aquí, en Madrid. Es medio vecino mío en Vigo y yo no le había visto. Nos conocimos en el laboratorio de la fundación Autor, que era donde habíamos grabado el segundo disco y el tercero. Hacían como parejas: el objetivo era que ibas una semana y hacías una canción con alguien. A mí me pusieron a Esther Zecco, que fue con la que hice “Tormenta” en el siguiente disco.
Me dijeron al llegar: “hay un chico aquí de Vigo que es músico”. Yo pensaba que lo conocía, pero no. Resultó que vivía a 800 metros de mi portal. Yo salía mucho con él. Hizo una de las mejores canciones que salieron de allí, yo ya me fijé de que el chaval valía. Al llegar a Vigo, me puse a escuchar su disco y encontré la de “Ella”. Luego veníamos a Fotomatón y le propuse versionarla. Como íbamos a hacer el disco pensé en meterla.
De hecho, hace poco pensaron que era nuestra y dije “pobre chaval, le quitamos la canción y encima ahora piensan que es nuestra”. Aún nos vemos muchísimo. Casi es medio colaborador y tenemos canciones a medias.
Finalmente, ¿con qué artista o grupo os gustaría tocar?
(E) Con Pablo Milanés, antes de que sea tarde. Antes decía que con Mercedes Sosa, pero ya no es posible. Pablo Milanés estuvo a punto de presentar un concierto, por una confusión que hubo. A ver si un día busca su nombre y sale la entrevista.