La erupción volcánica, que comenzó el 19 de septiembre en Cumbre Vieja, sigue generando nuevas coladas de lava y expulsando grandes bloques de material volcánico.
De momento, ha dejado casi 6.000 vecinos evacuados, ha arrasado una superficie de 525 hectáreas y ha destruido 1.186 construcciones. 95 están en riesgo.
Además, se ha ordenado el confinamiento de 2.500 personas por una nube de gases al llegar la lava a una fábrica de cemento.
Por otra parte, los terremotos actuales se están localizando entre 10 y 15 kilómetros de profundidad, por lo que no preocupa que se pueda abrir una nueva zona eruptiva.
Fuentes: Europa Press, EFE.